abril 28, 2008

LA GRASA EN LA ALIMENTACIÓN DE LOS NIÑOS


Cuando se trata de recomendaciones alimentarias para los niños, hay que dejar a un lado la noción –y obsesión- que tenemos como adultos sobre el consumo de la grasa. La realidad es que una dieta muy baja –o sin- grasa no es recomendable para niños menores de 2 años y el limitar exageradamente la grasa en mayores de 2 años tampoco es lo ideal.
La grasa es una excelente fuente de energía y es un nutrimento importante e indispensable que ayudará a que mantengan un crecimiento adecuado y a que desarrollen las capacidades de aprendizaje necesarias. Específicamente dos ácidos grados, el ácido linoleico y el ácido alfa-linolenico, son esenciales para su crecimiento y desarrollo cerebral. Es importante obtener estos ácidos grasos de la dieta, ya que el cuerpo no los produce. Asimismo, de los alimentos que contienen grasas se obtienen las vitaminas A, D, E y K que son indispensables para mantener un buen estado nutricio y un buen funcionamiento metabólico.
A pesar de que la grasa si juega un papel importante en los niños, a partir de los 2 años, la recomendación para niños y adolescentes es similar a la de los adultos, es decir, mantener un consumo moderado de grasa, con un bajo consumo de grasas saturadas y evitando las grasas trans. Las guías alimentarias recomiendan que niños entre 2 y 3 años tengan un consumo total de 30-35% del valor total de su ingesta calórica, mientas que los niños entre 4-8 años tengan un consumo entre el 25-30% del valor total de su ingesta calórica, procurando que la mayoría de las grasas sean de fuentes poliinsaturadas y monoinsaturadas como aceite de oliva o canola, aguacate, nueces, aceite de pescado, etc.
La alimentación de los niños debe basarse principalmente en un consumo moderado de granos y cereales, frutas, verduras, lácteos con menos grasa y productos de origen animal bajos en grasa (pollo sin piel, pescado, atún en agua, quesos suaves, leguminosas, etc. con el fin de que estos alimentos les proporcionen la mayor cantidad de energía (calorías) y utilizando a las grasas como un complemento en su alimentación, para cocinar los alimentos.
Hay que recordar que la mayoría de los alimentos, sobre todo los productos de origen animal, ya contienen grasa por si solos por lo que si los niños rutinariamente consumen estos alimentos ya están obteniendo los nutrimentos y vitaminas necesarios. Por lo mismo es importante fomentarles el hábito de evitar alimentos que contengan mucha más grasa de la natural, como alimentos fritos, empanizados o capeados o el consumo excesivo de grasa en productos como mantequilla, margarina, crema, mayonesa, queso crema, aderezos, entre otros.
Si algo bien es cierto es que los niños pueden consumir esporádicamente alimentos con más grasa como unas papas fritas, un helado o una milanesa, pero procurando que esto sea ocasionalmente y logrando que en promedio su alimentación se incline más hacia lo saludable, con un consumo de grasa moderada, sobre todo en grasa saturada y trans.
Comienza por cambiar la leche entra que consumen tus hijos por leche descremada (o semi), procura inculcarles el hábito de evitar aderezos, crema, queso crema o mayonesas, así como el consumo de quesos fuertes o añejos. Enséñalos desde pequeños a comer pollo sin piel o el pescado al horno en lugar de empanizado y que desde pequeños se acostumbren más a lo natural y no todo con salsas cremosas o con mucha grasa. Procura que en tu casa no siempre haya en la alacena papas fritas, galletas o chocolates ya que si los tienen al alcance seguro los consumirán más seguido.
Lo ideal es que en toda la familia se fomente el hábito de consumir menos grasa para integrar esto en su estilo de vida, sin llegar a que se convierta en una obsesión. La finalidad es lograr que los niños sean estén saludables, que crezcan y se desarrollen adecuadamente, previniendo la aparición de enfermedades como el sobrepeso u obesidad que desgraciadamente ya cada día son más comunes en esta edad.

abril 06, 2008

¿QUÉ ES EL PLATO DEL BIEN COMER?


El “plato del bien comer” es una guia alimentaria que fue diseñada en México y adaptada para la población mexicana, la cual se puede comparar con la pirámide alimenticia usada en EUA. Este plato es una representación gráfica que ayuda a mostrar a la población la forma como debemos alimentaros.
Este plato o círculo divide a los alimentos en 3 grupos principales: Verduras y frutas, cereales y productos de origen animal junto con leguminosas, esto en base al nutrimento que nos aporta el comernos cada alimento. El grupo de verduras y frutas es el que debemos consumir en mayor cantidad ya que principalmente nos aporta vitaminas, minerales, fibra, agua y pocas calorías, sobre todo las verduras, aunque ambos tienen carbohidratos –azúcar-pero en mayor cantidad las frutas. El grupo de cereales –donde se incluye arroz, pan, cereales, pasta, bolillo, papa, elote, entre otros- nos aporta carbohidratos que se convierte en energía y lo debemos consumir en una cantidad suficiente, aunque limitar el consumo de cereales con grasa como el pan dulce, galletas, papas fritas, etc. y preferir los cereales y granos integrales o con fibra ya que son menos refinados y procesados. El grupo de productos de origen animal y leguminosas nos aporta proteína, los primeros siendo de origen animal y las segundas de origen vegetal; los productos de origen animal están subdivididos en una menor porción ya que nuestra necesidad de ingerirlos es menor y además por su origen contienen mayor cantidad de grasa y mucha de esta es saturada, la que nos puede perjudicar más. El plato muestra una anotación de combinar el consumo de leguminosas con cereal y esto se debe a al mezclarlos formamos proteínas de excelente calidad, es decir comer arroz con frijoles o una sopa de pasta con lentejas.
Le dieron este nombre ya que si nosotros lo observamos se ve tal cual como un plato y así es como se debería ver nuestro plato de cada una de nuestras comidas principales, es decir que incluyamos al menos un alimento de cada grupo. Aunque el plato no lo indica, su propósito también se enfoca en que le demos variedad a nuestra alimentación para que obtengamos los diferentes nutrimentos que contienen los alimentos y que moderemos el consumo para no caer en un exceso de alimentos.
Lo que son las grasas y azúcares ni siquiera aparecen en el plato, con el fin de que limitemos el consumo de estos y ni siquiera los consideremos como indispensables para nuestra alimentación. Únicamente aparecen los cacahuates que se consideran oleaginosas y contienen grasas buenas o insaturadas.
Personalmente considero que se debería hacer un cambio del queso que aparece en la imagen ya que este es un queso más grasoso y la guía debería orientar al consumo de quesos blancos y con menos grasa. Igualmente la imagen de tamal y pan dulce no debería aparecer ya que el consumo de estos alimentos promueve un mayor consumo de calorías, azúcar y grasa y con ello el sobrepeso.