diciembre 09, 2008

SOBREVIVIENDO LOS EVENTOS DE FIN DE AÑO

El fin de año se acerca y esto viene acompañado de muchos eventos, comidas y despedidas, y eso que no festejamos navidad ni tenemos posadas, pero somos seres sociales, donde el fin de año va acompañado de reuniones y compromisos ya sea del trabajo, fin de escuela o simplemente con los amigos para festejar un año más y las cuales siempre van acompañadas de comida y para muchos, también de alcohol.
Para muchos, tantas reuniones y compromisos, son motivo de alegría, felicidad y relajación ya que las vacaciones se aproximan, pero para muchos otros el hecho de tener que acudir a tantas comidas y cenas puede llegar a causar agobio y frustración por no poder seguir la dieta o estar comiendo mucho más de lo acostumbrado y que esto se vea reflejado en subir de peso desde antes de vacaciones o incluso interferir en su salud, como en el caso de personas que tienen diabetes y necesitan un control más estricto.
El objetivo en este fin de año es poder disfrutar de las reuniones con amigos, compañeros de trabajo y familiares sin que esto afecte nuestra salud, procurando no caer en los excesos pero también no obsesionarse con no querer asistir a las reuniones por no tener que comer, hay que encontrar un balance para poder sobrevivir estos eventos sin llegar a aumentar 5 kilos o más!
Para lograr esto, de cierta manera es importante planear tus eventos para que tengas un mejor control en lo que comas. Como primera regla ante tantos eventos y compromisos, es el no llegar muerto de hambre a la reunión o comida, ya que es el primer error para llegar directo al ataque de la botana o para comer en exceso, por lo que procura comer algo ligero como una ensalada o una fruta antes del evento. Por otro lado, sí es un evento “de traje” ofrece llevar algo “nutritivo..pero rico” como una ensalada que contenga frutas o semillas, alguna botana con verdurita y quizás jocoque acompañada de tostadas o pan árabe horneado, que tiene mucho menos grasa que las papas y cacahuates o bien de postre alguna gelatina o un platón de frutas, para que al menos tengas una opción más saludable y el pretexto de que no había nada lo dejes a un lado.
Si es un evento donde hay muchos platillos tipo buffet, procura darte una vuelta para ver todo lo que hay y evaluar tus opciones en lugar de ir recorriendo el bufet y servirte lo primero que ves. Aunque suene aburrido y a disco rayado, come verduras! estas te llenarán y así no comerás en exceso la comida más engordativa. Aunque del resto de la comida, sírvete un poquito de las cosas que más te gustan para probar y bien importante, come despacio ya que de lo contrario terminarás comiendo mucho más.
En caso de que sea un evento donde el menú está establecido igual puedes decidir tus opciones y si es en un restaurante muchas veces llegan a tener alguna otra opción o al menos pedir alguna modificación en el platillo, como pedir que no le pongan la crema al pollo o pedir verduras en lugar de papas fritas.
Mucho ojo con el alcohol…ya que generalmente este no falta en las reuniones y la gente tiende a presionar mucho para que lo consumas pero recuerda que este tiene MUCHAS calorías y las cuales no solo no te llenan, sino que muchas veces te producen más hambre. No se trata de que no tomes nada, solo recorta el número de bebidas, intercálalas con agua simple para ir diluyendo el alcohol y pide que te las preparen más ligeras y de preferencia con agua mineral o refresco de dieta o bien una copa de vino. Deja a un lado los shots, porque terminas tomando de más y evita los preparados con jugos o refrescos normales, ya que aumentan las calorías.
Recuerda que querer es poder, quizás si sea un poco más latoso estar más al pendiente de lo que estas comiendo pero a largo plazo te lo agradecerás y al menos te irás de vacaciones más ligero, quizás no habiendo perdido peso, pero sin kilos de más. También recuerda no obsesionarte con no querer comer nada en los eventos o no querer asistir por salirte de la dieta, ya que esto tampoco es vida, solo modera tus porciones y compénsalo con seguir haciendo ejercicio.
Feliz año nuevo y que se diviertan mucho en sus eventos y reuniones… sin excederse!

diciembre 01, 2008

A COMER PARA BAJAR LA GRASA ABDOMINAL

Mucho se sabe –y escucha- hoy en día del riesgo que puede ser para nuestra salud, tener exceso de grasa acumulada en la región abdominal, o mejor conocida como la pancita. Obviamente lo que comemos y nuestro estilo de vida se ve claramente reflejado en esto y por lo mismo, quizás ya muchos de ustedes sepan de memoria las recomendaciones… “ponte a dieta y haz ejercicio”; sin embargo, no siempre resulta tan sencillo y muchas personas por más que se pongan a dieta y hagan ejercicio no logran bajar la grasa acumulada en el abdomen. Aquí es donde podríamos llegar a pensar que quizás la dieta no es la adecuada o incluso se ha demostrado en varios estudios, que el comer muchas menos calorías de las necesarias puede ser contraproducente y hacer que subas de peso, ya que nuestro organismo está diseñado para obtener cierta cantidad de calorías y si ni siquiera llega a obtener las calorías basales necesarias para una rutina de vida normal, es probable que el metabolismo se vuelva más eficiente y las pocas calorías que está obteniendo las aproveche y las acumule como grasa y eso lleve al aumento de peso.
¿Entonces qué hacer para lograr bajar la grasa acumulada en el abdomen? Pues aunque no lo crean, hay que comer más, ya que se ha comprobado en varios estudios que comer un mayor número de calorías provenientes de alimentos más nutritivos, siendo bajos en grasas saturadas y con más fibra se puede lograr tener menos grasa abdominal. Esto se debe a que en muchas ocasiones por el “miedo” o error de evitar ciertos alimentos como panes, cereales, yogurt, frutas, etc, se termina comiendo más grasa y azúcar provenientes de los alimentos que si se consumen y por lo tanto esto lleva a tener una dieta desequilibrada que puede ocasionar más grasa en el abdomen.
Por otro lado, se ha visto que el consumo de alimentos con vitamina C puede ayudar a evitar el acumulo de grasa abdominal ayudando a la prevención de la inflamación; no hay que olvidar que no solo los jugos y naranjas tienen vitamina C, sino también muchas de las verduras como el jitomate, pimiento y brócoli.
Otro enorme error que puede causar que la dieta no funcione, es que esta sea muy baja en proteína o productos de origen animal (carne, pollo, quesos, huevo, lácteos) ya que la proteína ayuda a que nos sintamos satisfechos por más tiempo. Lo ideal es consumir un poco de proteína en cada comida, haciendo 5-6 comidas más pequeñas y con esto ayudar a un mejor metabolimso de los alimentos y reducir el riesgo de acumular la grasa en el abdomen. Sin embargo, hay que recordar que la proteína que se consuma debe ser lo más baja en grasa posible, consumiendo la pechuga de pollo o el atún en agua o la carne asada y no frita y los quesos más suaves y blancos, al igual que la leche descremada.
No hay que olvidar que el aceite de olivo no debe faltar en la cocina, ya que por algo se considera el alimento base de la dieta mediterránea y se le han atribuido propiedades benéficas por el tipo de grasa insaturada que contiene. Sin embargo, es importante considerar que igual tiene muchas calorías por lo que no se debe abusar su consumo y de preferencia usarlo en frío ya que para guisar o calentar, es más recomendable usar uno como el canola o el de soya.
Y regresando al consumo de grasas saludables debemos incluir en la dieta grasas omega-3 ya que se han visto ampliamente relacionadas con un mejor funcionamiento del corazón y disminución en la producción de adrenalina, que es una hormona que se produce en mayor cantidad con el estrés y esta ocasiona mayor obesidad (abdominal). El omega-3 las podemos encontrar en pescados de agua fría como salmón y macarela así como en nueces y simillas.
Hay que recordar que aunque se hayan probado miles de dietas, probablemente la solución no está en matarse de hambre sino en saber qué, cuando, cuanto y donde comer y obviamente combinado con una rutina de ejercicios, ya que la actividad física es clave en el tratamiento y prevención del exceso de grasa abdominal.