mayo 29, 2005

SÍNDROME X ¿LA ENFERMEDAD DEL SIGLO?

Conocido también como el síndrome metabólico o resistencia a la insulina, este es un padecimiento mucho más común de lo que les podría sonar y más grave de lo que imaginan. En México cada día más personas desarrollan esta enfermedad y ni siquiera se dan cuenta. Generalmente las personas que presentan el síndrome metabólico tienen las siguientes características: obesidad abdominal, un metabolismo desajustado de la glucosa, niveles altos de triglicéridos e hipertensión, que se cree que son factores secundarios a la resistencia de insulina.
¿Qué es lo que ocurre en el cuerpo cuando se presenta resistencia a la insulina? La insulina es una hormona natural que produce el páncreas, la cual ayuda a que la glucosa que esta en la sangre –que obtenemos de los alimentos para usarse como energía- entre a las células por medio de unos receptores que estas tienen. Sin embargo, cuando se tiene resistencia al insulina, la glucosa de la sangre no puede entrar a las células, porque los receptores de la insulina no reconocen a esta hormona –hay menos receptores y no “funcionan adecuadamente”- por lo que empieza a haber insulina en exceso que no se esta usando. Como reacción, el cuerpo empieza a liberar más insulina para que trate de meter a la glucosa, pero lo único que ocurre es que se tiene demasiada insulina –entendido por un choque de energía- y niveles muy altos de glucosa. Lo peligroso de este padecimiento es que aumenta los riesgos de desarrollar enfermedades como diabetes mellitus tipo 2, hipertensión crónica, enfermedades cardiovasculares, cáncer, enfermedades respiratorias y problemas reumáticos, entre otros.
Se ha visto que este es un padecimiento multifactorial, es decir que es causado por varios factores, donde los más significativos son el estilo de vida –llevar una vida sedentaria y una dieta alta en grasas y azúcares-, el presentar obesidad –principalmente en el área abdominal- y tener predisposición genética.
Este síndrome se diagnostica por la presencia de 3 de los 5 factores mencionados a continuación (diagnóstico establecido por los Institutos Nacionales de Salud de Norteamérica, NCEP-ATP III):
• Circunferencia abdominal: >102 cm en hombres y >88 cm en mujeres
• Triglicérdidos ≥150 mg/dl
• HDL (colesterol bueno) <40 mg/dl en hombres y <50 mg/dl en mujeres
• Presión arterial ≥130/≥85 mmHg o tomando medicamento para la hipertensión.
• Glucosa en ayuno ≥110 mg/dl
¿Qué hacer si detectas que presentas el síndrome metabólico? Debido a que todas estas condiciones van ocurriendo en conjunto, el tratar una de estas condiciones va a ayudar a que las demás mejoren y, por lo mismo es necesario que este síndrome sea atendido tanto por un médico como por una nutrióloga.
El actual tratamiento se basa en cambios en el estilo de vida –dieta y ejercicio- y en caso necesario, la administración de medicamentos. Lo más recomendable es llevar una dieta correcta, que sea equilibrada –es decir que incluya todos los alimentos en moderación- que sea baja en grasas saturadas y con mayor cantidad de grasas mono y poliinsaturadas, baja en azúcares y alta en frutas, verduras y fibra –incluyendo panes y cereales integrales-. Además esta dieta debe ser diseñada de forma individual para cada persona según su estado nutricio y sus necesidades.
Se ha visto que con el hecho de reducir del 5 al 10% del peso corporal, se pueden disminuir los riesgos de varias enfermedades; al bajar de peso, disminuye la circunferencia abdominal y por consecuencia disminuye la grasa corporal, que a su vez lleva a que la insulina sea menos resistente y la glucosa pueda entrar a las células, teniendo así un adecuado metabolismo de esta y una mejor energía. Incluso una reducción pequeña de peso puede ayudar a disminuir la presión arterial, regular los niveles de lípidos (colesterol, triglicéridos, LDL y HDL) y aumentarla sensibilidad de los receptores de insulina. En cuanto al ejercicio, es un factor indispensable del tratamiento ya que también ayuda a mejorar la sensibilidad de los receptores, aumentar los niveles de HDL y a disminuir la grasa corporal.
A pesar de que esta enfermedad es muy grave y cada día más personas la presentan, tiene la ventaja de ser reversible por lo que al eliminar algunos de los síntomas puedes eliminar el síndrome metabólico, pero para esto tienes que actuar de inmediato y no dejar que los síntomas avancen más.

mayo 08, 2005

OBESIDAD INFANTIL…ENORME OCUPACIÓN!

Continuando con el tema de la obesidad infantil, esta vez me gustaría hablar sobre cómo hay que ocuparnos de esta epidemia para poderla prevenir y controlar. Como mencionaba en el artículo anterior, como padres –hermanos o familiares- nos debe de quedar claro que depende mucho de nosotros la autoestima de los hijos, por lo que la regla No.1 es no molestarlos o recalcarles que están “gordos” –incluso hay que borrar esta palabra- y la regla No.2 es nunca poner a dieta a los niños, ellos necesitan la comida para crecer, desarrollarse y tener energía, además de que puede contribuir a causarles un trauma y crearles complejos. Con esto nos queda una alternativa -que sí la sabemos llevar a acabo adecuadamente puede ser ideal- la cual es enseñar a los niños, desde pequeños a “comer sanamente”. Esto no significa que los niños nunca van a poder probar un pastel o comer papas fritas, simplemente tratar de manejar una regla con el estilo de vida del 80/20, refiriéndome a que el 80% del tiempo procuren mantenerse activos y comiendo sanamente, mientras que el 20% nos queda como margen de error para los momentos en que ven la T.V o comen comida chatarra, aunque cuando esto ocurra tratar de escoger la comida chatarra “menos peor”; hay que recordar que finalmente como padre tu eres el que pones los límites por lo que hay que ser un poco más “duro” en cuanto al tiempo que pasan frente a la TV o juegan play station y dejar que ellos escojan el deporte que más les guste.
Un punto fundamental que ayuda educar a los niños sobre alimentación saludable, es hacer las comidas en familia –y no enfrente de la TV- para darle importancia a la acción de comer y crear más conciencia. En cuanto al desayuno -seguro ya lo han escuchado- sí es la comida más importante del día, ya que varios estudios han demostrado que niños que no desayunan tienden a tener más sobrepeso. También es recomendable incluir a los niños cuando se planean las comidas y al ir de compras, ya que ayuda a que aprendan y a que participen en las decisiones. Es importante que los niños también cuiden sus porciones, es mejor ofrecerles cantidades pequeñas y si tienen más hambre dejar que ellos decidan si quieren más, pero el chiste es acostumbrarlos a que no coman cantidades muy grandes ya que si desde chicos les servimos porciones muy grandes, este es un hábito que se les queda bien grabado y de adultos lo continuaran y, con esto los riesgos de obesidad.
Un error que muchos padres cometen es usar la comida como castigo o premio para controlar su conducta (“si te portas bien te llevo por un helado”), por lo que desde chicos les debemos enseñar que la comida es un componente indispensable para que funcione el cuerpo y no se les quede grabado que la comida más bien es una herramienta para conseguir lo que quieren o algo que llena sus emociones. Lo más recomendable para no usar la comida como premio/castigo, es preferir actividades como ir al cine o a casa de un amigo o comprar un libro.
Lo que los niños se llevan de lunch puede –y debe– ser nuestra responsabilidad por lo que sí desde chicos los acostumbramos a un lunch nutritivo, sabroso y completo es probable que ni se les antoje ir a la tiendita; lo más recomendable es mandarles sándwiches o tortas, acompañado de una fruta, verdura picada y como extra un chocolate pequeño o un dulce e incluso ocasionalmente unas papas –de preferencia deshidratadas- o unas galletas. El chiste es tratar de que aprendan a comer sin que se alimenten de pura comida de la tiendita por lo que hay que procurar no estarles dando dinero, o solo hacerlo 1 vez por semana para salir de la rutina. Recuerden, no como premio!
Otras recomendaciones muy útiles son el procurar que en la casa siempre haya una variedad de frutas, yogurts, quesos, paletas heladas, cereales o granolas, para que los niños coman esto entre comidas en lugar de papas o chocolates. La realidad es que sino quieres que tus hijos coman galletas toda la tarde, no las compres o no pidas unas papas fritas en el restaurante si no quieres que tus hijos se formen el hábito de lo mismo.
Con solo algunos cambios de hábitos se puede lograr que niños que presentan sobrepeso puedan perderlo de forma saludable, sin afectar su desarrollo ni crecimiento. Sí cambiamos la leche entera que toman por light es un inicio, al igual que darles jugos naturales –en moderación- en lugar de enlatados y más agua natural en lugar de refrescos; con esto logramos que disminuya su consumo de grasa y azúcar, uno de los causantes de la obesidad infantil! La clave está en enfocarse a hacer cambios pequeños pero graduales tanto en su alimentación como en su actividad física, ya que esto ayudará a que mejoren sus hábitos de por vida y se pueda prevenir y controlar la obesidad infantil y por consecuencia prevenir la obesidad en su vida adulta.

mayo 01, 2005

OBESIDAD INFANTIL…ENORME PREOCUPACIÓN!


En México se ha registrado que 1 de cada 5 niños presentan sobrepeso y obesidad, principalmente a causa de un aumento en el consumo de grasas y azúcares; el número de niños con sobrepeso se ha duplicado en las últimas 2 décadas; hoy en día, los niños mexicanos realizan 70% menos de actividad física que hace 30 años; casi la mitad de los niños entre 8 y 16 años ven de 3 a 5 horas de televisión diarias. Estos datos son realmente preocupantes y una señal de alarma para empezar a actuar ahora mismo!
Aunque cueste trabajo entenderlo, la obesidad infantil se ha convertido en una epidemia. Esto ha ido ocurriendo tanto en niños como adolescentes, en ambos sexos y en diferentes razas. Cada día son más los niños que desarrollan Diabetes Mellitus tipo 2 -enfermedad que anteriormente solo les daba a los adultos-, niveles altos de colesterol y presión arterial. Uno de los problemas más graves en niños obesos es la apnea del sueño –respiración interrumpida durante el sueño- que puede afectar el aprendizaje y la memoria; además, puede aumentar su incidencia de problemas ortopédicos, enfermedad hepática y asma. La prevalencia de niños con sobrepeso, que de adultos son obesos ha ido en aumento y, lo peligroso de esto es que incrementan sus riesgos de presentar enfermedades cardiovasculares, hipertensión crónica y embolias.
Pero una situación aún más grave que la de salud, es la discriminación social, la cual puede repercutir por el resto de sus vidas causándoles problemas emocionales de adolescentes y adultos, además de la humillación de ni siquiera poder hacer muchas de las actividades físicas que hacen sus amigos.
Es sabido que la obesidad es causada por varios factores y a pesar de que la genética juega un papel importante no es el único responsable para la tremenda progresión de esta enfermedad. La causa principal es la misma que con los adultos: comer demasiado y moverse muy poco! Esto se traduce en que actualmente los niños tienen menor gasto de energía que hace 20 años, debido a las muchas horas que pasan enfrente de la televisión y que generalmente va acompañado de estar comiendo comida chatarra o alimentos que aportan pocos nutrimentos pero sí mucha azúcar y grasa –como papas, dulces y refrescos. En cuanto a factores hereditarios, el riesgo de que un niño tenga obesidad es mucho mayor –80%- cuando ambos padres presentan obesidad; asimismo se ha visto que hijos de madres con sobrepeso tienden a ser menos activos y a ganar mayor peso a los pocos meses de nacidos.
Un punto clave que la mayoría de los padres ignora -y es una de las causas de que la obesidad infantil ha ido en aumento- es el elevado consumo de jugos y refrescos que los niños toman. La mayoría de los padres piensan que es muy nutritivo que los niños tomen jugos a cualquier hora y la realidad es que al menos que sean naturales, son básicamente pura azúcar y nada de fruta; lo mismo sucede con los refrescos, que siempre vienen como prioridad antes de tomar agua natural y no son más que calorías vacías –porque no tienen nutrimentos- pero están llenas de azúcar.
Como padre, es importante la comunicación con tu hijo o hija sin caer en el hábito de juzgar. Ellos saben que tienen un problema de sobrepeso y lo último que necesitan es que se los remarques en la cara, porque esto solo va a contribuir a perjudicar aún más su autoestima. Al hablar con tu hijo(a) es importante mantener una actitud positiva, hablando sobre temas de cómo estar más sanos –no sobre bajar de peso– y aprender a comer –no ponerse a dieta–. Un enrome error es decirles desde pequeños que están gordos y que se tienen que poner a dieta, ya que causa un trauma emocional que a la larga incluso los puede llevar a desarrollar trastornos de la alimentación.
Los niños forman sus hábitos de lo que ven de sus padres y en su casa, por lo que sí te ven a escondidas tomar refrescos cuando tu se los prohíbes o les insistes en comerse la fruta cuando a sus espaldas te comes unas papas, obviamente lo perciben y les está llegando información confusa. Lo mismo sucede con la actividad física, si te ven que todo un sábado estás enfrente de la computadora o viendo la TV ¿de donde van a formar el hábito de salir a jugar o hacer algún deporte?
Es por esto que como padre eres un modelo para tus hijos y para que ellos se alimenten sanamente y se mantengan activos lo tienen que aprender de ti!