octubre 31, 2004

VIVIENDO MEJOR CON DIABETES

Esta enfermedad afecta a más del 12% de mexicanos. Lo terrible es que más de la mitad de estos no están bien controlados, muchos otros ni siquiera saben que la padecen y lo peor del caso es que no es curable, solo se puede controlar con dieta, ejercicio y, en muchos casos con medicamentos.
Definido de una manera sencilla, la diabetes es una condición que afecta la forma en que el cuerpo utiliza la energía de los alimentos. Durante la digestión, se libera glucosa –una forma de azúcar- de los alimentos; para metabolizar la glucosa adecuadamente, el organismo necesita una sustancia llamada insulina, que es una hormona que produce el páncreas -glándula localizada debajo del estómago-, y cuya función es regular el uso de la glucosa en el organismo, permitiendo que ésta entre a las células para ser convertida en energía.
Las personas con diabetes no producen suficiente insulina para metabolizar la glucosa o la insulina que producen no trabaja eficientemente, por lo tanto la glucosa no entra a las células y se acumula en la sangre en niveles elevados, impidiendo que se use la energía de los nutrimentos de forma adecuada.
Muchas personas que presentan diabetes no lo saben, ya que muchos de los signos son silenciosos. Sin embargo, muchas de las personas llegan a presentar síntomas como cansancio, aumento en la sed, aumento en las ganas de orinar, infecciones y cortadas que no sanan, visión borrosa, mucha hambre y pérdida de peso. La forma más fácil de detectarlo es haciéndose una prueba de sangre en ayunas, donde sí se obtienen dos valores mayores a 125 mg/dl en 2 días diferentes se diagnostica con Diabetes Mellitus 2 (DM2); sí el valor está entre 110 y 125 mg/dl, se considera que la persona está en el límite y tiene intolerancia a la glucosa.
Existen varios factores que pueden hacer que desarrollemos DM2, entre ellos:
*Ser mayores de 40 años
*Familiares cercanos con diabetes (padres, abuelos o hermanos)
*Sobrepeso (más del 20% de peso ideal)
*Hipertensión arterial, hipercolesterolemia o hipertrigliceridemia
*Haber presentado Diabetes Gestacional –durante el embarazo- o haber tenido un bebé de más de 4 Kg.
Para aquellos que ya presentan diabetes, esta puede controlarse muy bien con un plan de alimentación adecuado, que se parece mucho a cualquier dieta saludable; actualmente las dietas para diabéticos son muy flexibles y ya no es como anteriormente que se prohibía comer azúcar o pan. El manejo de hoy en día, es por medio del conteo de carbohidratos, que consumimos en cada comida. Los alimentos que nos aportan carbohidratos son las frutas, los panes y cereales, la leche y derivados y las leguminosas; en general, todos estos aportan 15 g de carbohidratos por ración por lo que hay que procurar mantener un consumo de aproximadamente 60 g en cada comida y de 15 a 30 g en las colaciones. Por ejemplo, sí en el desayuno nos comemos un sándwich con 2 panes, 1 taza de leche y una manzana, ya son 60 g de carbohidratos. Además, se recomienda hacer 3 comidas y 2 colaciones al día, así como tener horarios fijos de las comidas para tener un mejor control. Debido a que la mayoría de los diabéticos tienen sobrepeso, es indispensable que traten de bajar de peso o por lo menos no subir más kilos.
Por otro lado, es indispensable tener una rutina de ejercicio, ya que ayuda a controlar la glucosa en sangre porque el músculo utiliza la glucosa en exceso; con el simple hecho de caminar 30 min diarios, ya nos estamos beneficiando ampliamente.
Sin embargo, en muchos casos, se necesitan administrar medicamentos –hipoglucemiantes orales- o incluso inyectarse insulina. Para tener un buen control de la glucosa en sangre, se recomienda usar un “glucómetro” donde se hace un automonitoreo de la glucosa en ayunas y 2 hrs después de los alimentos, para verificar que no se esté disparando –hiperglucemias- o se baje el azúcar –hipoglucemias-.
La diabetes por sí sola, sí no está bien controlada, puede tener consecuencias graves y letales. Además puede aumentar el riesgo de desarrollar otras enfermedades, como cardiovasculares, problemas en los ojos (ceguera, retinopatía), problemas circulatorios, problemas en los pies y piernas (hasta llagar a la amputación) y enfermedades renales.
La diabetes es una enfermedad muy delicada, pero las personas diabéticas pueden vivir una vida larga, saludable y feliz si la controlan bien. Y aquellas que tienen riesgo, pueden disminuirlo con una dieta adecuada y haciendo ejercicio de forma rutinaria.

octubre 24, 2004

CUIDANDO NUESTRO CORAZON


El corazón es uno de los órganos más vitales de nuestro cuerpo, ya que junto con las venas y arterias, son los encargados de que los nutrimentos y el oxígeno lleguen a cada célula del cuerpo. Sin embargo, las estadísticas a nivel mundial, sobre el incremento de enfermedades cardiovasculares son alarmantes. Según la Organización Mundial de la Salud, 12 millones de personas mueren al año por problemas del corazón y, México no se queda nada atrás, ya que el lugar #1 de muertes se debe a enfermedades del corazón.
Desgraciadamente hay varios factores que no podemos cambiar y que nos aumentan el riesgo de presentar alguna enfermedad cardiovascular, como es la edad -mayor de 55 años en hombres y 65 en mujeres-, factores genéticos –alguno de nuestros padres o hermanos haya tenido problemas del corazón- y la diabetes. Pero existen factores que nosotros sí podemos cambiar, como:
* Hipertensión arterial: El presentar una presión arterial arriba de 140/90 mmHg es preocupante y se debe hacer algo para corregirla; en muchos casos con el hecho de seguir una dieta baja en sodio, cuidar el peso corporal, hacer ejercicio y evitar el alcohol ayuda a bajar los niveles de hipertensión, pero en otros casos se debe administrar un medicamento antihipertensivo. Estudios han demostrado que el bajar 5 mmHg la presión arterial diastólica, se disminuyen en un 21% los riesgos de muertes cardiovasculares y en un 17% los infartos al miocardio.

* Dislipidemias: Las dislipidemias se refieren a cualquier alteración de alguno de los marcadores de lípidos de nuestro cuerpo, como es la hipercolesterolemia –colesterol total elevado-, hipertrigliceridemia –triglicéridos en sangre elevados-. Para disminuir los riesgos de tener algún problema de corazón debemos procurar mantener el colesterol total <200 mg/dl, los triglicéridos <150 mg/dl, los LDL –lipoproteínas de baja densidad- <100 mg/dl y los HDL –lipoproteínas de alta densidad- arriba de 50 mg/dl en mujeres y en hombres arriba de 40 mg/dl. La forma fácil de lograr que nuestro HDL este en los niveles deseados, es haciendo ejercicio.
* Sobrepeso: Las personas con sobrepeso y obesidad tienen mayor riesgo de presentar alguna enfermedad cardiovascular, así como otras enfermedades crónico-degenerativas –diabetes, cáncer, hipertensión- y aún más riesgo si la grasa la tienen acumulada a nivel abdominal, ya que esta grasa rodea los tejidos más importantes del cuerpo –corazón, hígado, riñones- y esto provoca que el corazón trabaje más fuerte y se agote más. Varios estudios demuestran que la pérdida del 5-10% del peso corporal ayuda a disminuir estos riesgos de una forma impresionante.
* Dieta incorrecta: Muchas evidencias han demostrado que las dietas altas en grasas saturadas –origen animal-, ricas en cereales refinados –panes blancos, papa, arroz, pastas, azúcares simples- y bajas en fibra –cereales integrales, frutas y verduras-, causan mayor riesgo de presentar enfermedades cardiovasculares. Debido a esto, es muy importante procurar llevar una dieta rica en frutas y verduras frescas, cereales y granos integrales –ya que contienen más fibra y menos azúcar- que ayudan a disminuir los niveles de triglicéridos; baja en grasas saturadas –cremas, leche entera, quesos fuertes, mantequilla-, pero alta en grasas insaturadas –aceite de oliva, aguacate, nueces y almendras- ya que esto protege al corazón, ayudando a que bajen los niveles de colesterol total y aumenten los de HDL.
* Sedentarismo: Como parte fundamenta de la prevención de cualquier problema del corazón, está en realizar 30 min de cualquier tipo de ejercicio al día, ya sea caminata, bicicleta, natación; cualquier actividad que nos ayude a mantenernos en movimiento nos va a ayudar.
* Estrés: Definitivamente nos debemos llevar la vida con más calma, tratar de organizarnos para que nos de tiempo de hacer todas nuestras actividades laborales y personales, sin presionarnos tanto que luego paguemos las consecuencias. El llevar una dieta saludable y hacer ejercicio, ayudan a bajar el estrés.
*Fumar y alcohol: El fumar aumenta el riesgo de presentar muchas enfermedades, además de las cardiovasculares. Si se deja de fumar, el riesgo disminuye y se ha visto que al cabo de 2 o 3 años de no fumar, los riesgos son cercanos al de personas que nunca han fumado. El consumir alcohol en exceso puede también traer más riesgos de enfermedades cardiovasculares. Se recomienda que los hombres no consuman más de 2 copas/día y las mujeres no más de 1 copa/día
Es muy importante hacerse chequeos continuos, sobre todo si hay herencia o tienen más de 55 años, ya que la mayoría de estos signos son silenciosos y no nos damos cuenta, hasta que algo grave sucede.
Como vemos, son más los factores que nosotros podemos cambiar, por lo que el prevenir las enfermedades cardiovasculares está en nuestras manos y no es tan difícil. Sí logramos hacer varios cambios en nuestro estilo de vida, podemos prevenir muchas enfermedades y tener una mejor calidad de vida.
¡Cuidar nuestro corazón, debe ser la tarea más grande de nuestras vidas, ya que solo así podemos cuidar nuestra salud!

octubre 17, 2004

CAMBIANDO NUESTROS HÁBITOS

¿Eres de las personas que no puede comer sin echarle sal a todo? ¿prefieres siempre comer algo rápido y parado? ¿las escaleras son tu peor enemigo y por eso siempre usas el elevador? Como estos ejemplos hay miles y todos se resumen en una palabra…HÁBITOS! Ya sean buenos o malos, finalmente son costumbres que en la mayoría de los casos traemos bien arraigados y forman parte fundamental de nuestro estilo de vida y por eso mismo, son muy difíciles de cambiar.
Muchas investigaciones han demostrado que nuestra salud se beneficia o se daña por estos estilos de vida, donde se incluye nuestra alimentación, actividad física, estrés y actividades diarias en general. Estos hábitos son individuales y por lo mismo, cada uno de nosotros tenemos que pensar cuáles creemos que son los que más perjudican nuestra salud -y peso- y así, empezar a trabajar en ellos para modificarlos y mejorar nuestra calidad de vida, sin dejar a un lado los hábitos que benefician nuestra salud para mantenerlos y mejor aún, aumentarlos.
continuación les menciono algunos de los hábitos más comunes que tenemos y que podrían ser de los más fáciles de modificar:



Antes de plantar un NO rotundo a realizar estas modificaciones, hay que probarlas y estoy segura que al menos con algunas, con el tiempo, nos podemos acostumbrar.
Definitivamente esto no es algo fácil que podemos hacer de la noche a la mañana, pero si nos planteamos metas y cada día le ponemos un granito más para tratar de hacer esos cambios, sin duda alguna lo podemos lograr. Hay que recordar que todo está en la actitud, donde sí la mantenemos positiva y realmente queremos hacer esos cambios, lo vamos a lograr y lo más probable es que incluso nos sintamos mucho mejor. Así que con eso de que estamos empezando año nuevo, es el momento ideal de hacer cambios y mejorar nuestros hábitos. Suerte!

octubre 10, 2004

LOS REFRESCOS ¿QUÉ TANTO AFECTAN NUESTRA SALUD?

Me cuesta mucho trabajo entender cómo es que esta bebida, que fue inventada hace casi 120 años, solamente se vendía en las farmacias como “medicina” para remediar varios malestares -principalmente del estómago y para subir la presión-, mientras que actualmente los refrescos se consideran como uno de los causantes principales de obesidad en el mundo –los que contienen azúcar- y como una de las bebidas más dañinas para nuestra salud.
Esto obviamente no nos lo van a poner como advertencia en la publicidad de las marcas más famosas de refrescos, ya que tiene un impacto económico importantísimo y el mercado no se de abasto, habiendo de todos colores, sabores y calorías. Solo para que se den una idea, México está dentro de los 3 primeros lugares de consumo de refrescos a nivel mundial, lo cual al menos a mí, si me espanta!
Ahora se preguntarán ¿por qué tanto alboroto por una bebida que sólo contiene azúcar, cafeína, gas y colorantes? o en el caso de los refrescos de dieta, que ni siquiera azúcar contienen! Los refrescos de cola no tienen ningún valor nutritivo, no contienen vitaminas, proteínas ni minerales, pero sí gran contenido de endulzantes y aditivos como conservadores y colorantes. Según la Asociación Mexicana de Estudios para la Defensa del Consumidor (AMEDEC), el consumo de los refrescos de cola "constituye la mas grave distorsión de nuestros hábitos de alimentación”.
El “menor” de los daños resulta en la enorme cantidad de azúcar que contienen los refrescos normales, que principalmente se ve reflejado en el alto número de calorías que tiene una lata de refresco de cola -dando como posible consecuencia sobrepeso e incluso problemas de obesidad- y en las caries que nos puede provocar en los dientes. Esto fácilmente se resuelve cambiando a refrescos de dieta ¿verdad? Es cierto, pero hay estudios que señalan que el consumo de sustitutos de azúcar, o azúcar sintética en grandes cantidades, provoca daños cerebrales, pérdida de memoria y confusión mental (según la AMEDEC).
El gas que usan en los refrescos, es el ácido fosfórico, el cual es un elemento sumamente eficaz para acabar con el calcio de nuestra dentadura y nuestros huesos, además de ser uno de los anticorrosivos favoritos de los mecánicos usado para limpiar motores, defensas, etc. Los refrescos de cola son los más ácidos, pero los demás –manzana, naranja, limón- no quedan excluidos y también provocan el daño de desmineralización, lo que impide una adecuada absorción de calcio en el organismo. Además, la combinación de este ácido con azúcar y fructuosa afecta la absorción de hierro, pudiendo provocar anemia y más riesgos a contraer infecciones, principalmente en niños, ancianos y mujeres embarazadas.
Otro gas que contienen los refrescos, es el gas carbónico el cual puede irritar la mucosa gástrica y provocar una “adicción psicológica”.
La cafeína que contienen los refrescos de cola, es una sustancia “potencialmente adictiva”, la cual cuando se consume en cantidades moderadas (20 mg/día) es un estimulante del sistema nervioso que produce sensaciones agradables, pero sí se ingiere en cantidades elevadas (400 a 600 mg.) puede provocar insomnio, taquicardia, dolores de cabeza y hasta ataques de ansiedad. Una lata de refresco de cola (355 ml) contiene aproximadamente 50 mg. de cafeína, y sí tomamos en cuenta que generalmente una lata “nunca es suficiente” o sí mejor preferimos los envases de litro, el consumo de cafeína sobrepasa el límite entre lo agradable y lo tóxico.
Generalmente estas bebidas se consumen fuera de las comidas y frías, lo que hace que se acelere la acción de la cafeína. Además, el consumir los refrescos fríos interactúa con el funcionamiento de las enzimas del cuerpo, que están a una temperatura más alta, provocando que la digestión de los alimentos sea menos eficaz y se fermente la comida.
Sin importar la marca del refresco de cola, para darle el color característico, se usa un aditivo llamado 3-150, el cual se ha visto que puede producir deficiencia de vitamina B6, anemia, depresión y confusión, además de provocar hiperactividad y disminución en los niveles de glucosa en sangre.
Ya estamos enterados de algunas de las consecuencias que puede traer para nuestra salud tomar refrescos... ¿Creen que se nos siga antojando un refresquito en cada comida?

octubre 03, 2004

¡REDUCE TUS PORCIONES, INCREMENTA TU SALUD!

“No es muy grande, no es muy chico. Tiene el tamaño perfecto! La mayoría de nosotros desconocemos cúal es la porción ideal de los alimentos más comunes. En Estados Unidos, desde la década de los 70’s, las porciones han aumentado y por consecuencia esto ha tenido influencia en nuestro país y de la misma manera, las porciones aquí también han aumentado.


En todos lados, el tamaño de las papas y refrescos han crecido de 2 a 5 veces desde que fueron lanzados por primera vez al mercado y, lo mismo ha sucedido con muchos otros alimentos. Recetas que se tienen de hace 20 y 30 años diseñadas para 10 personas, actualmente la misma receta alcanza solamente para 5 personas.
Estos cambios solo significan una cosa…estamos COMIENDO MUCHO MÁS. En muchos de los aspectos de la sociedad, más es mejor, pero definitivamente esto no aplica en la cuestión de alimentación. Con relación a la comida, mientras más grandes las porciones más calorías, lo que va ligado a un mayor consumo de energía en nuestras dietas y a ser uno de los principales factores que está causando tanto sobrepeso y obesidad en las personas.
Para llevar una alimentación saludable, no es realmente necesario estar midiendo y pesando todo lo que comemos. Las porciones que se recomiendan, son simplemente una guía para tener una idea de la cantidad que debemos comer, pudiendo ajustarlas a nuestros requerimientos específicos.

Para tener un poco más de idea sobre el tamaño de las porciones hay que tener imaginación y lo que más ayuda es visualizar las siguientes comparaciones:
*90 g de carne, pollo o pescado son como el tamaño de la palma de tu mano o como un paquete de barajas.
*1/2 taza de fruta, verdura, pasta o arroz son como el tamaño del puño de tu mano.
*1 taza de cereal, fruta leche o yogurt es como una mano abierta sosteniendo una pelota de tennis.
*30 g de queso es como el tamaño de tu dedo pulgar o una pieza de dominó.
*30 g de pavo es como un compact disk.
*1 cucharada de aceite o una cucharadita de mantequilla es como el tamaño de un dado.
Bien dicen que nada con exceso, todo con medida y así es como debe ser el consumo de alimentos, porque el estar comiendo todos los productos EXTRA grandes solo nos lleva a aumentar los riesgos de obesidad, enfermedades del corazón, diabetes y otras enfermedades.
Por eso es muy importante pensar bien cuando vayamos al cine, donde por solo $2 más, nos dan la porción gigante de palomitas, lo cual es muy atractivo para el bolsillo pero puede ser muy dañino para la salud.