mayo 10, 2009

ACTIVA TU SISTEMA INMUNE

En relación a la temible crisis de influenza que acabamos de pasar, en esta ocasión hablaré sobre el sistema inmune y el papel tan importante que juega la nutrición en determinar el buen estado que este puede tener.
Nuestro sistema inmune es uno de los mecanismos más importantes de nuestro organismo para combatir enfermedades (infecciones, virus, bacterias, etc) y conservar nuestra salud. Conforme los años avanzan, disminuye la habilidad de nuestro sistema inmune de funcionar adecuadamente y por lo tanto los riesgos de adquirir alguna infección, aumenta. Asimismo, los niños pueden llegar a tener un sistema inmune más débil, a causa de su estado nutricio.
A ciencia cierta no se sabe cómo la nutrición puede mejorar el sistema inmune, pero se sabe que una buena nutrición definitivamente beneficia. Se ha visto que la ingesta energética (calorías) influye de manera importante en la activación del sistema inmune; personas desnutridas obviamente tienen mucho mayor riesgo de infecciones y enfermedades, al igual que consumir dietas menores de 1200 calorías/día puede debilitar el sistema inmune, por lo que hay que pensar dos veces antes de hacer una dieta “de choque” o muy estricta. Por otro lado, el consumo excesivo de calorías y la obesidad también se han visto relacionadas con una disminución del sistema inmune; las personas con obesidad tienen más riesgo de desarrollar enfermedades cardiacas, las cuales se relacionan con la función inmune.
En relación al consumo de grasas, hay que mantener un equilibrio, ya que una dieta muy baja en grasas también debilita el sistema inmune, pero un exceso también perjudica. Hay que procurar incluir las grasas en moderación y que estas de preferencia sean de origen vegetal (aguacate, aceite de oliva, nueces) y grasas tipo Omega-3 (aceite de pescado)
Debemos procurar consumir productos lácteos fermentados tales como yogurts o bebidas con probióticos, ya que mejoran las defensas de nuestro intestino. Hoy en día, no es muy fácil encontrar comercialmente estos yogurts con bacterias benéficas vivas, sin embargo, se puede hacer en casa con “búlgaros” usando yogurt natural.
Obviamente las vitaminas y minerales juegan un papel importantísimo en el mantenimiento –y mejoramiento- del sistema inmune. Debemos procurar obtener dichas vitaminas y minerales de la alimentación, sin tener la necesidad de tomar suplementos, ya que se he visto que personas que son sanas y tienen un buen sistema inmune, al tomar suplementos no ayuda a mejorarlo más, pero en el caso de personas mayores si se recomienda el suplemento de vitaminas y minerales, al igual que muchas veces en niños que presenten un bajo peso. El hecho de incluir diariamente al menos 2-4 raciones de frutas y verduras, aseguramos un mejor aporte de dichos micronutrimentos, asimismo debemos incluir productos de origen animal bajos en grasa (pollo sin piel, pescado, carne magra, etc) y cereales de grano entero, siendo los que más vitaminas y minerales contienen; debemos limitar el exceso de azúcares, sal y alimentos procesados.
Entre las vitaminas y minerales que más ayudan a mejorar el sistema inmune se encuentran:
Vitamina E: Antioxidante que protege nuestro organismo contra daños que ocasionan los radicales libres. La encontramos en las nueces, semillas, aceitunas, espinacas y otras verduras de hoja verde y maíz
Vitamina C: Promueve una resistencia a las infecciones al involucrar a los glóbulos blancos y mejorar el sistema inmune. Son buena fuente de vitamina C la mayoría de las frutas y verduras, especialmente los cítricos, fresas, guayabas, pimiento morrón, brócoli, mango y melón
Vitamina A: Ayuda a formar y mantener dientes sanos, un esqueleto y tejido fuerte, así como membranas mucosas y piel saludable. La encontramos en huevo, carne, leche, hígado y pescados.
Vitamina B6: Ayuda a mantener la salud de los órganos linfáticos que producen glóbulos blancos, que luchan contra las infecciones. Como buena fuente están las papas, plátanos, arroz, pollo, carne, atún, aguacate y trigo
Zinc: Mineral indispensable para un adecuado funcionamiento del sistema inmune, ya que juega un papel importante en la división celular, su crecimiento y sanación de heridas. Lo encontramos en carne, cerdo, carnero, cacahuates y leguminosas.