diciembre 17, 2006

¡NO DEJES QUE LAS VACACIONES ARRUINEN TU PESO!

Las vacaciones se aproximan y eso es sinónimo de viajes, diversión, descanso y en lo que a la dieta refiere, el comer lo que uno quiera, dándonos nuestros gustos –o muchas veces destrampes- comiendo en restaurantes y con un desajuste de horarios de comida y en la mayoría de los casos, sin mover un dedo!
Sin embargo, cuando estas a dieta o te llevas cuidando bastante tiempo con buenos resultados, lo último que uno quiere es subir de peso durante las vacaciones y aunque si sales de viaje no se pueden tener muchas esperanzas de seguir bajando de peso, al menos hay que intentar mantenerlo, para que el próximo año retomes la dieta.
Nos debe quedar claro que aunque se nos antoje, las vacaciones no son sinónimo de comer todo lo que queramos y dejar a un lado nuestros hábitos alimentarios. A pesar de estar de viaje o acostados frente la televisión todo el día, debemos procurar seguir haciendo tres comidas y alguna colación; hay veces que esto se complica porque nos despertamos más tarde pero al menos comer algo más ligero para no saltarse comidas. Es importante seguir comiendo frutas y verduras, lo cual a veces se complica porque en muchos lugares no dan fruta de desayuno o no hay mucha disponibilidad de verduras, pero siempre podemos comprar alguna manzana o plátano en una tiendita o supermercado y procurar siempre pedir una sopa de verduras o ensalada en nuestras comidas.
Debido a que cuando se esta de viaje comemos diario en restaurantes es importante preguntar siempre como viene el platillo y evitar alimentos fritos, capeados o empanizados o que vengan con salsas cremosas, quesos fundidos, con mucha grasa o mantequilla. Como ya alguna vez mencioné en un artículo, ojo con las ensaladas ya que no siempre resultan la mejor opción, lo recomendable es pedirlas con el aderezo a parte y evitar las que vienen con crutones, pollo frito, queso amarillo, huevo o muchas almendras o nueces, ya que si las comemos tal como vienen sería menos engordativo comer una hamburguesa con queso! Por estar de vacaciones es probable que se tengan más antojos, por lo que si un día te comes unas papas, una pizza, un postre o algo que normalmente evitas no es tan grave, solo procura que no sea diario y que lo compenses comiendo frutas y verduras.
Recuerda que la preparación de los alimentos finalmente es de lo que más repercute en las calorías por lo que sí pides una pasta, que esta sea con salsa de jitomate en lugar de Alfredo, o si pides un cappuccino que sea con leche Light en lugar de entera. No sobra decir que tengas cuidado con las porciones, ya que si viajas a Estados Unidos, normalmente sirven porciones mucho más grandes, por lo que la opción está en compartir el platillo o pedir mejor una entrada.
Lo mismo aplica para cuando viajas a lugares que incluyen las comidas tipo buffet – un VTP o un crucero- donde la comida esta disponible las 24 hrs y en la cantidad que quieras, por lo que debes tener la suficiente fuerza de voluntad como para saber decir cuando es suficiente y evitar los atascones
Recuerda seguir tomando agua -mínimo de 6-8 vasos de agua natural al día-, ya que no por estar de vacaciones significa adiós al agua y bienvenido sean los refrescos. Ojo con los jugos, bebidas deportivas y bebidas de sabor que pueden ser muy altos en azúcar y calorías e igualmente mucho cuidado con el alcohol ya que las calorías que podrías estar ingiriendo de una margarita, piña colada o un simple tequila compensan las que te evites del pastel!
Finalmente, aunque seguro lo esperaban oír pero no es mucho de su agrado, la clave para al menos mantener el peso está en mantenerse activo! Con el hecho de que camines en la playa, en el centro comercial o turistear en alguna ciudad, ya es un enorme beneficio. Mientras más camines mejor, así que no tienes por qué dedicarle 1 hr diaria a irte al gimnasio si puedes aprovechar caminar y disfrutar las vacaciones al mismo tiempo, solo hay que mantenerse activos!
La realidad es que cuando estas de vacaciones tus hábitos cambian, por lo que normalmente al regresar a tu rutina -sí es que subiste de peso- se puede recuperar fácilmente, pero mejor sería que mantuvieras tu peso y al regresar, reiniciar con tu dieta.
Felices vacaciones y feliz año nuevo, mis mejores deseos para este 2007!

diciembre 03, 2006

GASTRITIS: EL MAL DE NUESTROS TIEMPOS

Hoy en día, rara es la persona que nunca ha presentado algún síntoma relacionado a la gastritis. Culpemos al medio ambiente, al estrés, el acelere en que vivimos o la manera en que nos alimentamos, pero desgraciadamente la gastritis es el mal de nuestros tiempos y puede llegar a ser tan grave –gastritis crónica- que nos puede afectar nuestras actividades diarias, nuestro rendimiento y desarrollar más daños.
Se entiende por gastritis como la inflamación e irritación de la mucosa gástrica. Sí ésta enfermedad se prolonga, las paredes del estómago se vuelven muy delgadas, llevándolas a secretar básicamente moco y muy pocos jugos gástricos (digestivos). Cuando esto ocurre, el estómago no puede producir una sustancia conocida como factor intrínseco, el cual es necesario para absorber la vitamina B12 que obtenemos de los alimentos y es indispensable para la formación de glóbulos rojos, por lo que una deficiencia de esta vitamina nos puede ocasionar una anemia.
Con gran frecuencia los síntomas aparecen después de la ingestión de los alimentos o condimentos a los cuales la persona es sensible (irritantes principalmente), cuando comemos muy rápido o cuando hay alguna alteración emocional (estrés, nervios, etc). También puede ser ocasionado por el consumo excesivo de alcohol o cigarro. Otra causa común es la infección por la bacteria Helicobacter pylori o el uso de algunos medicamentos como antibióticos o antinflamatorios para el tratamiento crónico de la artritis.
Los principales síntomas son dolor o molestia en la boca del estomago, como el sentimiento de tener un agujero en el estómago que puede drásticamente aumentar o disminuir el hambre, así como acidez, agruras y reflujo, dolores de cabeza, indigestión y en casos más severos puede incluso provocar vómito. En ocasiones también se pueden presentar episodios de diarrea y cólicos; las molestias generalmente son peores después de comer que es cuando la digestión no se realiza con éxito por falta de ácidos gástricos y la irritación, o cuando pasamos muchas horas sin alimentos porque se produce demasiado moco.
Como quizás muchos ya habrán oído varias veces, una dieta para controlar o mejorar la gastritis esta basada en evitar irritantes, donde se incluye el alcohol y cigarro, refrescos, bebidas carbonatadas, café y bebidas cafeinadas, chocolate, irritantes y condimentos, así como el exceso de grasa y alimentos fritos. Alimentos ácidos (como naranja y toronja) y picantes pueden irritar el estómago de la misma manera que sí nos ponemos chile o limón en una cortada. Asimismo debemos evitar el consumo excesivo de carnes rojas, embutidos, alimentos ricos en grasa y proteína, para tener una mejor digestión.
Se ha visto que alimentos como frutas no cítricas (como papaya, que incluso tiene propiedades que actúan como la enzima pepsina que ayuda a la digestión), arroz integral, pasta, papa, y yogurt con acidófilus pueden ayudar a calmar las molestias.
Lo más recomendable es consumir comidas más pequeñas pero más frecuentes, es decir hacer comidas fraccionadas (3 comidas moderadas y 2 colaciones), para evitar permanecer con el estomago vacío muchas horas y que esto produzca más molestias o acidez. Además resulta de ayuda masticar bien los alimentos y comer despacio, ya que así no sobrecargamos el estómago y permitimos una adecuada digestión.
Debemos estar atentos de algún alimento que produzca de forma repetida molestias digestivas de cualquier tipo, ya que existen alimentos que afectan a unos pero a otros no, por lo que no hay nada escrito de lo que pueda empeorar la gastritis, sin embargo, si nos damos cuenta que comiendo un alimento varias veces nos sentimos mal, es mejor excluirlo de la dieta.
Si cambiando nuestra alimentación las molestias no mejoran es señal de que deben acudir al médico, para que les prescriba los medicamentos adecuados, aunque para calmar las agruras y la acidez los antiácidos (como Tums® o Melox®) pueden sacarnos del apuro y aliviarnos por un tiempo. Otra cosa que ayuda mucho es relajarnos, recuerden que el estrés es una de las principales causas, por lo que no vale la pena acabarnos el estomago con corajes y nervios!