
Los nutrimentos -no un alimento en particular- influyen en el crecimiento adecuado de una persona. Debido a esto, la cantidad de energía y nutrimentos aumentan para cumplir con la demanda del crecimiento y hay ciertos nutrimentos que juegan un papel sumamente importante en este periodo. La cantidad de calorías (1) varía de persona a persona y se ve influenciado por su actividad física y estilo de vida, pero en promedio un niño de entre 11 y 14 años necesita de 2200 a 2500 calorías/día, mientras que entre los 15 a 18 años esto aumenta de 2500 a 2800 calorías; las mujeres adolescentes –entre 11 y 18 añostambién necesitan más calorías que en la infancia, siendo de aproximadamente 2000 a 2200 calorías. Es importante comprender que el aumento de calorías entre la infancia y la adolescencia implica que la cantidad de alimentos debe aumentar, pero este deben ser principalmente de hidratos de carbono complejos –frutas, verduras, cereales integrales- o alimentos de origen animal bajos en grasa y no de alimentos altos en grasa o azúcar.
Generalmente los adolescentes se quedan cortos en su dieta en dos nutrimentos que son muy importantes en este periodo: el calcio y el hierro. A diferencia de lo que muchos piensan, el calcio durante la adolescencia es un mineral indispensable, ya que en esta etapa, a pesar de que se llega a la estatura máxima, los huesos siguen formándose más densos y fuertes y es en este momento cuando se forma más de la mitad de la masa ósea para la etapa adulta. Es importante incluir en la dieta diaria mínimo dos raciones de leche o yogurt descremados, así como quesos suaves, tortilla de maíz, brócoli, entre otros.
En relación al hierro, muchos adolescentes –especialmente las niñas- presentan pocas reservas o incluso deficiencias por su mala elección de alimentos o por restringir la comida por estar a dieta. Un signo clave es que el adolescente siempre este cansado, ya que sí no tiene suficiente hierro en la sangre, no hay hemoglobina para que transporte el oxígeno y a consecuencia no hay energía. Es fácil encontrar el hierro en los alimentos, simplemente hay que consumirlos: carne de res, pollo, mariscos, leguminosas y verduras de hoja verde con vitamina C (¡Espinacas como las de Popeye con un poco de limón!) o incluso muchos alimentos –jugo de naranja, cereales- que ya están fortificados con hierro.
(1) Las recomendaciones de calorías están basadas en una persona que presenta un peso normal y únicamente necesita mantener su peso y tener un crecimiento adecuado; si la persona presenta sobrepeso la ingesta de calorías debe ser menor.
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