julio 15, 2007

¿LOS OMEGA QUÉ?

Estos son un tipo de grasa altamente poliinsaturados, que nuestro cuerpo no puede producir por sí solo, por lo que es necesario incluirlas en nuestra alimentación.
Hablando específicamente de los ácidos grasos omega-3 encontramos el ácido alfa linolénico (AAL) y sus metabolitos, el acido eicosapentanoico (EPA) y el docosahexaenoico (DHA). Estos tienen una importante función vasodilatodora y reguladora de las paredes de los vasos sanguíneos. Además son precursores de las prostaglandinas, los tromboxanos y leucotrienos, sustancias importantes en el desarrollo del sistema nervioso, la regulación de la presión sanguínea, la acción de otras hormonas, algunas reacciones inflamatorias y ciertos mecanismos de defensa.
Muchas investigaciones han demostrado que los ácidos grasos omega-3, en particular el EPA y DHA, juegan un papel importante en nuestra salud, en la respuesta inflamatoria e inmunológica, interviniendo en la producción de eicosanoides lo cual ayuda a disminuir la formación de placas en las arterias y a disminuir los riesgos de la enfermedad conocida como arterioesclerosis (endurecimiento de las arterias) así como de infartos al miocardio y enfermedades cardiovasculares; asimismo se ha visto que los omega-3 pueden ayudar a que los niveles de triglicéridos en sangre disminuyan así como la hipertensión arterial. Además, los ácidos grasos omega-3 juegan un papel importante en los niños, en el desarrollo visual y neuronal durante los primeros años de su vida. Su deficiencia se ha visto relacionada con un aumento en la incidencia de diabetes tipo 2, obstrucción pulmonar crónica, artritis reumatoide, enfermedad inflamatoria intestinal, enfermedades renales, eczema y psoriasis y en algunos casos, hasta cáncer.
Sin embargo, estos ácidos grasos por sí solos no son ningún remedio milagroso, ya que es necesario disminuir el consumo de grasas saturadas (básicamente provenientes de origen animal, como mantequilla, aderezos, crema, mayonesa, huevo, carnes, queso fuertes, etc) de la dieta para lograr los efectos benéficos.
El omega-3 la podemos encontrar principalmente en los pescados de agua fría y profunda -como el salmón, la trucha, la macarela y las sardinas- el cual viene en forma EPA y DHA, aunque también lo podemos encontrar en fuentes de origen vegetal como las nueces y almendras, semillas de girasol y de linaza, en forma de AAL.
Por lo tanto, se recomienda consumir al menos una o dos veces por semana este tipo de pescados y unas 5 almendras al día para lograr tener un buen aporte de omega-3 y cambiar los alimentos que sean ricos en grasas saturadas, por alimentos con omega-3 para obtener los factores benéficos.
Aunque obviamente los aceites de pescado son ricos en omega-3 no son recomendables estos suplementos, ya que esto no compensará con el consumo excesivo de grasas saturadas o de azúcar de la alimentación. Estos suplementos únicamente se recomiendan bajo prescripción médica y para personas que tienen niveles de triglicéridos muy elevados o post-infartados Como adultos, la recomendación de omega-3 varía entre 2 y 4 gramos al día, lo cual se recomienda obtener de los alimentos; por ejemplo, 100 g de salmón contienen 1.8 g de omega-3 por lo que al consumir 200 g de salmón aporta 3.6 g de omega-3.
Quizás se preguntarán ¿donde queda el aceite de oliva que tanto recomiendan? este a pesar de que también es una grasa insaturada, entra en el categoría de monoinsaturada, por lo que es mejor el consumo de grasas poliinsaturadas ya que tienen más beneficios en nuestra salud.
Seguramente ya también han escuchado sobre los omega-6, estos se conforman por el ácido linoléico principalmente y los encontramos en el aceite de maíz, girasol, soya, cártamo y algodón. En general tienen un efecto neutro o ligeramente benéfico sobre el riesgo cardiovascular, aunque si se consumen en exceso, se han relacionado con la aparición de procesos inflamatorios y procesos aterogénicos.
Así que ya saben ¡a comer más pescado y linaza y menos aderezos y cremas!

1 comentario:

Anónimo dijo...

excelente!!!!