marzo 06, 2005

APRENDIENDO A VIVIR CON INTOLERANCIA AL GLUTEN

Esta alteración intestinal, también conocida como enfermedad celiaca o esprue, es una condición genética producida por el sistema inmune que afecta la digestión y, al contrario de lo que mucha gente piensa, no es una alergia alimentaria. Se reconoce por la poca o nula tolerancia del cuerpo a procesar el gluten, el cual es la proteína que compone algunos granos y cereales, como el trigo.
En nuestro cuerpo, el gluten se rompe en dos partes formando la gliadina y la glutenina. Para personas que tienen intolerancia al gluten, el consumo de la gliadina provoca daño en la pared intestinal, lo que ocasiona que el intestino no pueda absorber nutrimentos esenciales como hidratos de carbono, proteínas, grasas y vitaminas liposolubles. Debido a esto, el riesgo de desarrollar desnutrición es muy alto en estas personas. Por otro lado se ha visto que la glutenina es inofensiva hacia el intestino.
Desgraciadamente, la intolerancia al gluten puede aparecer a cualquier edad. Los primeros síntomas podrían aparecer en la infancia cuando se introduce el cereal en la alimentación de los bebés. Sin embargo, la mayoría de los casos son identificados en la edad adulta
¿Cuáles son los síntomas principales? Estos pueden variar de persona a persona y pueden ir desde la ausencia de síntomas hasta inflamación, flatulencia, diarrea, dolor abdominal, pérdida de peso y apetito; además se pueden presentar síntomas que no incluyen al aparato digestivo, como debilidad o fatiga, irritabilidad, depresión, dolor muscular y de articulaciones. En las mujeres, la intolerancia al gluten puede incluso afectar el ciclo menstrual. En el caso de los niños, esta enfermedad puede ser peligrosa sí no se controla adecuadamente, ya que por la desnutrición que se llegue a presentar pueden no crecer adecuadamente y esto afecta su desarrollo tanto físico como mental. En cualquiera de los casos, sí los síntomas y signos no son atendidos oportunamente, la persona esta en riesgo de desnutrirse y poner su vida en peligro. Los riesgos más comunes son la anemia (por deficiencia de hierro), osteoporosis, problemas dentales y de piel así como hemorragias.
¿Cómo se diagnostica? Desgraciadamente todavía no existe un examen donde se pueda ver sí una persona presenta la enfermedad celiaca. La forma más cercana es mediante exámenes en sangre de anticuerpos, donde se estudia el nivel de anticuerpos –IgA y IgG- hacia el gluten; en caso de que el nivel resulte mayor a lo normal se realiza una biopsia del intestino delgado donde se evalúa el daño de este. Sin embargo, la forma más fácil -y poco agresiva- de diagnosticarla es mediante la evaluación de los síntomas.
¿Cual es el tratamiento? Aunque suene un poco desmotivante, el único tratamiento efectivo para la intolerancia al gluten es seguir un plan de alimentación –de por vida- estricto, que sea “restringido en gluten y libre de gliadina”. Una vez que se suspende el consumo de gliadina por cierto tiempo, le damos oportunidad al intestino que sane y desaparezcan los síntomas y de misma forma, que se regenere la flora para poder de nuevo absorber los nutrimentos esenciales. Sin embargo, al dejar de presentar los síntomas, no es señal de que ya podemos consumir alimentos con gluten, porque entonces sería muy probable que el intestino se dañe de nuevo.
¿Cuáles son los alimentos prohibidos? Como mencioné al principio, la gliadina se encuentra en varios granos, por lo que básicamente hay que eliminar de la dieta 4 granos: trigo, centeno, avena y cebada. Recientemente se ha visto que la avena, en muchos pacientes, no produce reacción, por lo que es cuestión de ver la tolerancia para ver sí se presentan síntomas o no. Hay que tener cuidado con los alimentos que mencionan ser libres de trigo, porque esto no significa que sean libres de gluten. Además, es muy importante aprender a leer las etiquetas para verificar que el alimento no contenga ingredientes como: harina, farina, colorante de caramelo, harina enriquecida, cereal de malta, glutamato-monosódico, emulsificantes, estabilizadores, vinagre destilado, así como otros productos que suelen tener gluten como la mostaza, la salsa catsup, la cerveza, algunos condimentos y sopas enlatadas.
Dentro de todo lo malo, la buena noticia es que llevando una dieta libre de gluten es muy probable que no se presenten los síntomas tan desagradables y, todo es cuestión de acostumbrarse y aprender a escuchar a nuestro cuerpo para evitar poner en riesgo nuestra salud. Les recomiendo que busquen en tiendas naturistas los productos libres de gluten, como pastas, galletas, panes, entre otros.

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