mayo 08, 2005

OBESIDAD INFANTIL…ENORME OCUPACIÓN!

Continuando con el tema de la obesidad infantil, esta vez me gustaría hablar sobre cómo hay que ocuparnos de esta epidemia para poderla prevenir y controlar. Como mencionaba en el artículo anterior, como padres –hermanos o familiares- nos debe de quedar claro que depende mucho de nosotros la autoestima de los hijos, por lo que la regla No.1 es no molestarlos o recalcarles que están “gordos” –incluso hay que borrar esta palabra- y la regla No.2 es nunca poner a dieta a los niños, ellos necesitan la comida para crecer, desarrollarse y tener energía, además de que puede contribuir a causarles un trauma y crearles complejos. Con esto nos queda una alternativa -que sí la sabemos llevar a acabo adecuadamente puede ser ideal- la cual es enseñar a los niños, desde pequeños a “comer sanamente”. Esto no significa que los niños nunca van a poder probar un pastel o comer papas fritas, simplemente tratar de manejar una regla con el estilo de vida del 80/20, refiriéndome a que el 80% del tiempo procuren mantenerse activos y comiendo sanamente, mientras que el 20% nos queda como margen de error para los momentos en que ven la T.V o comen comida chatarra, aunque cuando esto ocurra tratar de escoger la comida chatarra “menos peor”; hay que recordar que finalmente como padre tu eres el que pones los límites por lo que hay que ser un poco más “duro” en cuanto al tiempo que pasan frente a la TV o juegan play station y dejar que ellos escojan el deporte que más les guste.
Un punto fundamental que ayuda educar a los niños sobre alimentación saludable, es hacer las comidas en familia –y no enfrente de la TV- para darle importancia a la acción de comer y crear más conciencia. En cuanto al desayuno -seguro ya lo han escuchado- sí es la comida más importante del día, ya que varios estudios han demostrado que niños que no desayunan tienden a tener más sobrepeso. También es recomendable incluir a los niños cuando se planean las comidas y al ir de compras, ya que ayuda a que aprendan y a que participen en las decisiones. Es importante que los niños también cuiden sus porciones, es mejor ofrecerles cantidades pequeñas y si tienen más hambre dejar que ellos decidan si quieren más, pero el chiste es acostumbrarlos a que no coman cantidades muy grandes ya que si desde chicos les servimos porciones muy grandes, este es un hábito que se les queda bien grabado y de adultos lo continuaran y, con esto los riesgos de obesidad.
Un error que muchos padres cometen es usar la comida como castigo o premio para controlar su conducta (“si te portas bien te llevo por un helado”), por lo que desde chicos les debemos enseñar que la comida es un componente indispensable para que funcione el cuerpo y no se les quede grabado que la comida más bien es una herramienta para conseguir lo que quieren o algo que llena sus emociones. Lo más recomendable para no usar la comida como premio/castigo, es preferir actividades como ir al cine o a casa de un amigo o comprar un libro.
Lo que los niños se llevan de lunch puede –y debe– ser nuestra responsabilidad por lo que sí desde chicos los acostumbramos a un lunch nutritivo, sabroso y completo es probable que ni se les antoje ir a la tiendita; lo más recomendable es mandarles sándwiches o tortas, acompañado de una fruta, verdura picada y como extra un chocolate pequeño o un dulce e incluso ocasionalmente unas papas –de preferencia deshidratadas- o unas galletas. El chiste es tratar de que aprendan a comer sin que se alimenten de pura comida de la tiendita por lo que hay que procurar no estarles dando dinero, o solo hacerlo 1 vez por semana para salir de la rutina. Recuerden, no como premio!
Otras recomendaciones muy útiles son el procurar que en la casa siempre haya una variedad de frutas, yogurts, quesos, paletas heladas, cereales o granolas, para que los niños coman esto entre comidas en lugar de papas o chocolates. La realidad es que sino quieres que tus hijos coman galletas toda la tarde, no las compres o no pidas unas papas fritas en el restaurante si no quieres que tus hijos se formen el hábito de lo mismo.
Con solo algunos cambios de hábitos se puede lograr que niños que presentan sobrepeso puedan perderlo de forma saludable, sin afectar su desarrollo ni crecimiento. Sí cambiamos la leche entera que toman por light es un inicio, al igual que darles jugos naturales –en moderación- en lugar de enlatados y más agua natural en lugar de refrescos; con esto logramos que disminuya su consumo de grasa y azúcar, uno de los causantes de la obesidad infantil! La clave está en enfocarse a hacer cambios pequeños pero graduales tanto en su alimentación como en su actividad física, ya que esto ayudará a que mejoren sus hábitos de por vida y se pueda prevenir y controlar la obesidad infantil y por consecuencia prevenir la obesidad en su vida adulta.

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