
Un punto fundamental que ayuda educar a los niños sobre alimentación saludable, es hacer las comidas en familia –y no enfrente de la TV- para darle importancia a la acción de comer y crear más conciencia. En cuanto al desayuno -seguro ya lo han escuchado- sí es la comida más importante del día, ya que varios estudios han demostrado que niños que no desayunan tienden a tener más sobrepeso. También es recomendable incluir a los niños cuando se planean las comidas y al ir de compras, ya que ayuda a que aprendan y a que participen en las decisiones. Es importante que los niños también cuiden sus porciones, es mejor ofrecerles cantidades pequeñas y si tienen más hambre dejar que ellos decidan si quieren más, pero el chiste es acostumbrarlos a que no coman cantidades muy grandes ya que si desde chicos les servimos porciones muy grandes, este es un hábito que se les queda bien grabado y de adultos lo continuaran y, con esto los riesgos de obesidad.
Un error que muchos padres cometen es usar la comida como castigo o premio para controlar su conducta (“si te portas bien te llevo por un helado”), por lo que desde chicos les debemos enseñar que la comida es un componente indispensable para que funcione el cuerpo y no se les quede grabado que la comida más bien es una herramienta para conseguir lo que quieren o algo que llena sus emociones. Lo más recomendable para no usar la comida como premio/castigo, es preferir actividades como ir al cine o a casa de un amigo o comprar un libro.

Otras recomendaciones muy útiles son el procurar que en la casa siempre haya una variedad de frutas, yogurts, quesos, paletas heladas, cereales o granolas, para que los niños coman esto entre comidas en lugar de papas o chocolates. La realidad es que sino quieres que tus hijos coman galletas toda la tarde, no las compres o no pidas unas papas fritas en el restaurante si no quieres que tus hijos se formen el hábito de lo mismo.
Con solo algunos cambios de hábitos se puede lograr que niños que presentan sobrepeso puedan perderlo de forma saludable, sin afectar su desarrollo ni crecimiento. Sí cambiamos la leche entera que toman por light es un inicio, al igual que darles jugos naturales –en moderación- en lugar de enlatados y más agua natural en lugar de refrescos; con esto logramos que disminuya su consumo de grasa y azúcar, uno de los causantes de la obesidad infantil! La clave está en enfocarse a hacer cambios pequeños pero graduales tanto en su alimentación como en su actividad física, ya que esto ayudará a que mejoren sus hábitos de por vida y se pueda prevenir y controlar la obesidad infantil y por consecuencia prevenir la obesidad en su vida adulta.
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