mayo 21, 2006

PARA DORMIR MEJOR, HAY QUE COMER MEJOR

Lo qué comemos, cuánto comemos y cuándo lo comemos contribuye en la calidad de sueño que obtenemos. Tal como en muchas otras enfermedades o padecimientos, el insomnio está íntimamente ligado con la nutrición; desde el presentar agruras o reflujo cuando uno se va adormir, tener hambre o estar muy lleno, hasta los ronquidos.
Uno de los problemas más graves son los ronquidos o la apnea del sueño, la cual empeora con la obesidad, ya que una persona obesa tiene más tejido adiposo –más grasa- en el área de la garganta la cual puede bloquear el paso del aire. Lo que ocurre es que cuando la persona duerme, el tejido adiposo de su garganta vibra y produce los interminables ronquidos, pero aún más grave es que con la apnea del sueño la persona puede dejar de respirar por un momento y esto puede provocar un fuerte impulso en la sangre cuando vuelve a respirar y aún peor en el corazón, lo que en simples términos se traduce como interrupción del sueño y provoca que la persona comúnmente esté cansada por no tener un sueño continuo. Un tratamiento relativamente simple para curar la apnea del sueño está en la pérdida de peso, pero suena más simple de lo que es ya que muchas veces la misma apnea provoca más ganancia de peso, ya que como la persona no tiene energía, son pocas las ganas de hacer ejercicio y muchas veces con el fin de querer evitar roncar prefieren quedarse despiertos y para entretenerse, comen durante las noches.
Otro factor muy común que afecta el sueño de las personas es el reflujo gastrointestinal o comúnmente conocido como acidez estomacal. En muchas ocasiones este padecimiento puede ser tan fuerte que impide que la persona concilie el sueño o se despierte a la mitad de la noche. El síntoma más común es un ardor o quemazón en el pecho y garganta, que generalmente va acompañado de molestias estomacales y a veces la comida ya digerida se regresa a la garganta/boca (agruras) produciendo muchas molestias. Lo mejor que uno puede hacer para prevenir esto es evitar una cena pesada antes de dormir y sí ya has detectado que sufres de estas molestias, evitar cenar alimentos picosos, grasosos, condimentados, café y alcohol; muchas veces es necesario hacer uso de los antiácidos para aliviar la molestia. Otras molestias comunes asociadas con el tracto digestivo son las flatulencias o inflamaciones que muchas personas presentan por las noches y que les impiden dormir, para esto hay que procurar asociar qué alimentos más les producen estos malestares y procurar evitarlos después de medio día y al igual que con el reflujo, en ocasiones es necesario tomar algún medicamento; muchas veces los medicamentos son los culpables de provocarnos el malestar por lo que hay que preguntarle al médico sí alguna puede afectar al estomago o mismo al sueño.
Otros factores que pueden afectar al sueño son el cenar mucho –incluso cuando la persona no presente acidez- o el no cenar. El primero suele ser muy común, ya que muchos cenamos ya tarde –y pesado- y en menos de 1 horas ya estamos dormidos, lo que impide que se realice una digestión completa y cuando queremos dormirnos no podemos porque nos sentimos muy llenos o en ocasiones nos despertamos a la mitad de la noche con molestias; para esto hay que procurar cenar mínimo 3 a 4 horas antes de irnos a dormir y procurar no cenar muy pesado (carnes, grasa, guisados condimentados). El segundo factor, de no cenar, puede afectar en que por el hambre que tenemos, no podemos conciliar el sueño y estamos dando vueltas y vueltas en la cama, por lo que hay que evitar irnos a la cama con el estómago vacío y aunque sea consumir un vaso de leche y una fruta.
En general, para todos aquellos que sufren de insomnio, se recomienda consumir alimentos que contengan la sustancia llamada triptofano, el cual ayuda al cuerpo a producir melatonina, hormona que promueve el sueño. El triptofano lo podemos encontrar en la leche –por lo que el cuento de las abuelitas de tomarse un vaso de leche antes de dormir no es tanto mito- claras de huevo, atún, miel de abeja, pavo.
Por otro lado, muchos alimentos contienen otra sustancia llamada tiramina, la cual causa que se libere otra sustancia que estimula el cerebro y provoca que nos mantengamos despiertos. Los alimentos que la contienen y debemos evitar por las noches son: azúcar, jitomates, queso, carnes frías de cerdo. Y como siempre, hay que evitar la cafeína (café, refrescos, chocolates) y el alcohol que son estimulantes.
Muchas de las causas del insomnio ya las tienen, así que si logran mejorar su alimentación seguramente ya no estarán cantando borreguitos por las noches.

No hay comentarios.: