marzo 02, 2008

ALIMENTOS PROBIÓTICOS

El término probiótico se ha vuelto cada día más común pero ¿realmente sabes que significa?
Probiótico viene de origen griego que significa "a favor de la vida” y es el término que se usa para definir las bacterias amistosas que viven y conviven en nuestro tracto gastrointestinal trabajando en simbiosis con nuestro cuerpo, durante todos los años que vivamos.
Los probióticos son bacterias que forman colonias en el tracto gastrointestinal, vaginal y en la boca.
Las bacterias lácticas constituyen una proporción importante de los cultivos probióticos que se utilizan en la actualidad. Los principales probióticos son los lactobacilos, las bifidobacterias y las levaduras. Estas bacterias “amistosas” como el Lactobacillus acidophilus, Lactobacillus bulgaricus, Bifidobacterium bifidum, Bifidobacterium longum, Bifidobacterium infantis son la primera línea de defensa de nuestro cuerpo contra los microorganismos potencialmente dañinos que respiramos o consumimos.
Al hablar de probióticos en alimentos, es hablar de cultivos activos, tales como bacterias lácticas o alimentos que los contienen –incluso los no lácteos- con el fin de introducir o cambiar la bacteria del intestino. Es decir que estos alimentos probióticos contienen microorganismos “sanos” vivos que permanecen activos una vez que llegan al intestino y por lo tanto pueden desarrollar su función en el sistema inmune. Debido a esto, los prebióticos se incluyen en el concepto de alimentos funcionales.
Son alimentos probióticos algunos yogurts frescos, algunas leches fermentadas (yakult), jocoque, búlgaros, entre otros.
Varias investigaciones científicas han demostrado que los probióticos pueden ayudar a mejorar el sistema inmune, manteniéndolo más sano, logrando que nuestro intestino tenga “bacterias buenas”. Asimismo se ha encontrado relación entre los probióticos y la disminución de riesgo de desarrollar algunas enfermedades o síntomas, como disminuir la duración de una diarrea, disminuir los síntomas de la intolerancia a la lactosa y los síntomas de colon irritable, prevenir algunas alergias alimentarias, disminuir niveles de colesterol malo “LDL” y, aunque aún no se comprueba con certeza, disminuir los riesgos de desarrollar algún tipo de cáncer, entre otros.
Aterrizado a lo que hoy en día encontramos en el mercado, los probióticos se presentan en las últimas generaciones de yogurts fermentados con bífidus y lactobacilos. Por un lado tenemos los bifidus de nombre "Bio" los cuales ayudan a la regeneración de la flora intestinal, y por otro lado contamos con los lactobacilos "LC1" (acidófilo) y "Actimel" (casei imunitas) que pueden atravesar la barrera de los ácidos gástricos y llegar vivos el intestino, donde contribuyen a estimular, con sus propiedades inmunológicas, las defensas naturales del organismo.
Muy probablemente con tanta publicidad y mercadotecnia podamos llegar a pensar que estos alimentos funcionales son indispensables y debemos consumirlos de forma obligada. Sin embargo hay que tener cuidado, ya que en muchos casos podemos llegar a abusar de estos productos, tienden a ser más caros e incluso pueden no contener realmente probióticos, al ser simplemente una propaganda de la industria. Lo que si debemos aprovechar de esto es que en dosis adecuadas, pueden resultar benéficos para algunas situaciones, pero en la mayoría de las veces una dieta equilibrada y variada es suficiente para lograr los beneficios que estos probióticos prometen

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