marzo 09, 2008

COMBATIENDO EL JET LAG CON ALIMENTACIÓN E HIDRATACIÓN

Seguramente estarán familiarizados con el término “Jet Lag” o también conocido como descompensación horaria, disritmia circadiana o síndrome de los husos horarios, y debido a que ya se acercan las vacaciones es probable que muchos de ustedes lo puedan llagar a presentar en esta época al hacer viajes largos o donde se cruzan múltiples regiones de horarios. Este síndrome básicamente es un desequilibrio producido entre el reloj interno de una persona (que marca los períodos de sueño y vigilia) y el nuevo horario que se establece al viajar en avión largas distancias. El reloj interno de la persona tiende a prevalecer, por lo que, al viajar al este, no se tendrá sueño al llegar de noche y, en el caso de viajar al oeste, se tendrá sueño en pleno día.
Entre los posibles
síntomas provocados por el jet lag se encuentran: fatiga, cansancio general (el más frecuente), problemas digestivos (vómitos y diarreas), confusión en la toma de decisiones o al hablar, falta de memoria, irritabilidad, apatía, entre otras.
Muy probablemente pensarán que donde entra el factor de nutrición o alimentación con esto del jet lag, sin embargo les tengo la buena noticia que manteniendo buenos hábitos alimentarios y una adecuada hidratación, los síntomas del jet lag pueden disminuir y la adaptación al horario puede ser más rápida y placentera.
El primer punto importante a recordar es que cuando se viaja poco hidratado -o en algunos casos deshidratado- esto causa mayor jet lag, ya que muchas veces por el hábito de no querer ir al baño en los aeropuertos o en el avión se limita casi por completo el consumo de agua, además de que si le sumamos el efecto de deshidratación por el avión y la altura. Lo recomendable es tomar 1-2 vasos de agua antes del vuelo y estar tomando 1-2 vasos cada hora del vuelo (por lo que si el vuelo es de 10 horas tomar mínimo 10 vasos!). Hay que tener mucho cuidado con las bebidas alcohólicas ya que estas pueden causar deshidratación y promover más jet lag, por lo que de preferencia hay que evitarlas.
Ya una vez aterrizando a su destino hay que continuar tomando muchos líquidos (más de 2 litros) por los siguientes días, para ayudar a equilibrar el organismo.
En relación a la alimentación, el día que del viaja hay que procurar evitar comida muy grasosa, con mucha sal, muy condimentada o porciones muy grandes ya que en el avión la digestión es más lenta y hay que prevenir síntomas como agruras, diarreas o indigestión. Esto muchas veces es difícil ya que uno llega con prisas al aeropuerto y solo da tiempo de una hamburguesa u otra comida rápida, por lo que hay que tener una mejor planeación. Es bien importante evitar el exceso de sodio ya que por condición normal uno se tiende a hinchar en los aviones y si le sumamos el efecto de la sal, esto provoca que se retengan más líquidos y ocasione más jet lag.
Una vez en el avión lo recomendable es optar por las opciones de comida “más saludables” escogiendo el platillo que no venga frito o muy condimentado, por ejemplo el pollo con verduras y arroz en lugar de la lasagna de carne. En general las porciones de los aviones son muy moderadas por lo que esto ya es una ventaja para no excederte. Si eres muy quisquilloso con la comida de los aviones lo recomendable es cargar con un lunch –como un sándwich- o unas galletas o barritas por si te da hambre. Obviamente en vuelos muy largos no se recomienda dejarte el estomago vació ya que esto también causará más jet lag.
Lo que más funciona para combatir el jet lag es ajustar las comidas y horarios de sueño al momento de aterrizar a su destino; si vienes de un horario que es la noche y llegaste a tu destino en la mañana procura hacer tu desayuno y solo si lo necesitas una pequeña siesta para continuar con el día, aunque para ti sea la noche ya que esto te ayudará a adaptarte mejor. Lo ideal es adaptarte a los horarios del nuevo destino en cuanto llagas y no estar haciendo cuentas de qué hora son en tu origen.
No hay ninguna receta mágica para combatir el jet lag pero teniendo una mejor planeación de tus comidas, evitando saltártelas, procurando comer lo más sano que se pueda y manteniéndote hidratado puede ayudar enormemente, sumándole que se este bien descansado y relajado antes y durante el viaje!

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