octubre 10, 2004

LOS REFRESCOS ¿QUÉ TANTO AFECTAN NUESTRA SALUD?

Me cuesta mucho trabajo entender cómo es que esta bebida, que fue inventada hace casi 120 años, solamente se vendía en las farmacias como “medicina” para remediar varios malestares -principalmente del estómago y para subir la presión-, mientras que actualmente los refrescos se consideran como uno de los causantes principales de obesidad en el mundo –los que contienen azúcar- y como una de las bebidas más dañinas para nuestra salud.
Esto obviamente no nos lo van a poner como advertencia en la publicidad de las marcas más famosas de refrescos, ya que tiene un impacto económico importantísimo y el mercado no se de abasto, habiendo de todos colores, sabores y calorías. Solo para que se den una idea, México está dentro de los 3 primeros lugares de consumo de refrescos a nivel mundial, lo cual al menos a mí, si me espanta!
Ahora se preguntarán ¿por qué tanto alboroto por una bebida que sólo contiene azúcar, cafeína, gas y colorantes? o en el caso de los refrescos de dieta, que ni siquiera azúcar contienen! Los refrescos de cola no tienen ningún valor nutritivo, no contienen vitaminas, proteínas ni minerales, pero sí gran contenido de endulzantes y aditivos como conservadores y colorantes. Según la Asociación Mexicana de Estudios para la Defensa del Consumidor (AMEDEC), el consumo de los refrescos de cola "constituye la mas grave distorsión de nuestros hábitos de alimentación”.
El “menor” de los daños resulta en la enorme cantidad de azúcar que contienen los refrescos normales, que principalmente se ve reflejado en el alto número de calorías que tiene una lata de refresco de cola -dando como posible consecuencia sobrepeso e incluso problemas de obesidad- y en las caries que nos puede provocar en los dientes. Esto fácilmente se resuelve cambiando a refrescos de dieta ¿verdad? Es cierto, pero hay estudios que señalan que el consumo de sustitutos de azúcar, o azúcar sintética en grandes cantidades, provoca daños cerebrales, pérdida de memoria y confusión mental (según la AMEDEC).
El gas que usan en los refrescos, es el ácido fosfórico, el cual es un elemento sumamente eficaz para acabar con el calcio de nuestra dentadura y nuestros huesos, además de ser uno de los anticorrosivos favoritos de los mecánicos usado para limpiar motores, defensas, etc. Los refrescos de cola son los más ácidos, pero los demás –manzana, naranja, limón- no quedan excluidos y también provocan el daño de desmineralización, lo que impide una adecuada absorción de calcio en el organismo. Además, la combinación de este ácido con azúcar y fructuosa afecta la absorción de hierro, pudiendo provocar anemia y más riesgos a contraer infecciones, principalmente en niños, ancianos y mujeres embarazadas.
Otro gas que contienen los refrescos, es el gas carbónico el cual puede irritar la mucosa gástrica y provocar una “adicción psicológica”.
La cafeína que contienen los refrescos de cola, es una sustancia “potencialmente adictiva”, la cual cuando se consume en cantidades moderadas (20 mg/día) es un estimulante del sistema nervioso que produce sensaciones agradables, pero sí se ingiere en cantidades elevadas (400 a 600 mg.) puede provocar insomnio, taquicardia, dolores de cabeza y hasta ataques de ansiedad. Una lata de refresco de cola (355 ml) contiene aproximadamente 50 mg. de cafeína, y sí tomamos en cuenta que generalmente una lata “nunca es suficiente” o sí mejor preferimos los envases de litro, el consumo de cafeína sobrepasa el límite entre lo agradable y lo tóxico.
Generalmente estas bebidas se consumen fuera de las comidas y frías, lo que hace que se acelere la acción de la cafeína. Además, el consumir los refrescos fríos interactúa con el funcionamiento de las enzimas del cuerpo, que están a una temperatura más alta, provocando que la digestión de los alimentos sea menos eficaz y se fermente la comida.
Sin importar la marca del refresco de cola, para darle el color característico, se usa un aditivo llamado 3-150, el cual se ha visto que puede producir deficiencia de vitamina B6, anemia, depresión y confusión, además de provocar hiperactividad y disminución en los niveles de glucosa en sangre.
Ya estamos enterados de algunas de las consecuencias que puede traer para nuestra salud tomar refrescos... ¿Creen que se nos siga antojando un refresquito en cada comida?

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