enero 09, 2005

2005…AHORA SI ME PONGO A DIETA!



Después de los excsesos de las vacaciones y el no haber movido un dedo, el propósito más común de cada año nuevo es “ponerse a dieta” y “empezar a hacer ejercicio”. Obviamente cada año decimos lo mismo…y en la mayoría de los casos, si bien nos va, duramos un par de semanas para luego regresar a los mismos hábitos de siempre.
Quizás les parezca muy fácil plantear estos propósitos, pero del dicho al hecho hay un gran estrecho y la realidad es que hacer cambios de nuestro estilo de vida y alimentación no es tan fácil y se necesita de muchas ganas y motivación para realizar cambios a largo plazo y no solo hacerlos mientras bajamos esos kilitos de más.
La clave principal entre tener éxito o fracasar -y no solo en relación a las dietas y hacer ejercicio- está en la actitud. Para tener una pérdida de peso exitosa se necesita de un cambio enorme de conciencia. Debemos hacer un recuento de nuestros hábitos y actitudes que perjudican nuestra salud y tratar de cambiarla y lo que más debemos tener, es paciencia porque el bajar de peso o tomar condición física no se logra de la noche a la mañana.
La primera actitud que debemos abandonar es la frase “estoy a dieta” que en nuestra mente se traduce en “me voy a morir de hambre y no voy a poder comer lo que me gusta”; nos debe quedar claro que la palabra “dieta” se refiera a nuestra alimentación diaria y no específicamente a un régimen de alimentación para bajar de peso. Un estilo de vida saludable no se basa en prohibiciones, ya que en cuanto dejamos de ver a la comida como nuestro enemigo y lo vemos como algo amigable, toda nuestra perspectiva cambia. En lugar de abstenernos de comer ciertos alimentos que nos encanta, debemos tomar decisiones más positivas que nos llevan a decidir comer alimentos más nutritivos porque queremos...porque nos hacen ver y sentir mejor.
Estoy segura que muchos han escuchado la frase “no tengo voluntad para hacer una dieta”... y lo que entendemos por voluntad es la fuerza que nos ayuda a no caer en la tentación de comer los alimentos “prohibidos”, pero lo cierto es que para poder llevar un plan de alimentación a largo plazo no es necesaria la voluntad, sino más bien se necesita motivación, ya que esta se mantiene para poder hacer las mejores decisiones de lo que comemos y evitar comer alimentos menos nutritivos de forma regular alimentos e incluso cuando los comemos no martirizarnos por esto y saber que por unas papas o una rebanada de pastel que comamos no vamos a recuperar todos los kilos perdidos. Para mantener la motivación –aunque les parezca algo tonto- funcionaría pegar una foto en el refrigerador de cuando pesábamos 10 kilos menos o cuando éramos gimnastas o basquetbolistas. Lo más importante es plantear metas, que se sugiere sean realistas y hacerlas poco a poco, porque si queremos hacerlas todas en el mismo mes, es muy probable que las abandonemos rápido; sí nuestra meta es que nos queden los pantalones de hace 10 años, quizás sea un poco irreal, pero quizás podríamos plantearnos bajar 5 Kg para comprarnos un pantalón de una talla menos, lo principal es tener la meta bien clara para poderla alcanzar. También podemos hacer una lista de las razones por las que queremos bajar de peso o mejorar nuestra condición para así tener una meta más alcanzable, quizás queremos ponernos un bikini para las vacaciones o correr un maratón, pero también nos debe quedar claro que sí queremos bajar de peso sólo para una ocasión en especial es muy probable que los cambios no sean reales y que sea algo momentáneo, ya que al pasar esa ocasión especial, regresamos a los malos hábitos.
Una manera más fácil de tener éxito con una dieta o los propósitos que nos planteamos, es a través de saber los beneficios de nuestra salud y no fijarnos tanto en la cantidad de kilos que bajamos o en tamaño de la ropa; por supuesto que esto nos ayuda a mantenernos motivados pero hay que entender que no es la meta principal. Mientras más seguros estemos de los beneficios que nos trae mantener una dieta nutritiva y equilibrada, sobre el mejorar nuestra calidad de vida y prevenir varias enfermedades, más fácil será evitar consumir alimentos que sabemos que no nos benefician.
Bien dicen que querer es poder, así que sí el bajar de peso es uno de nuestras metas principales y realmente lo queremos lograr, es muy probable que lo hagamos, solo debemos ponerle todas las ganas, tener paciencia y mantener una actitud positiva, así que a empezar con el pie derecho en este 2005 para que nuestros cambios duren todo el año!

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