octubre 29, 2006

PONIENDO EN MARCHA AL METABOLISMO

Hace tiempo escribí un artículo relacionado con el metabolismo, donde básicamente explicaba cómo es que este funciona y los factores que influyen en su funcionamiento, como la edad, el sexo, las enfermedades entre otras (a los interesados en leerlo aparece en mi página en el mes de agosto del 2004). Únicamente nosotros podemos controlar nuestro metabolismo por lo que es nuestra responsabilidad –aunque de bebés y niños la de nuestros padres- lograr que este funcione adecuadamente para tener un balance energético adecuado, donde lo que comemos se compense con lo que gastamos, con el fin de poder tener un peso saludable o poder bajar de peso fácilmente cuando nos lo proponemos y evitar acumular kilos de más a lo largo de los años. Sin embargo, también existen ciertos hábitos o estilos de vida que pueden ayudar a que nuestro metabolismo funcione mejor y sea más eficaz, es decir que lo podamos acelerar un poco más, los cuales menciono a continuación:
*Consumir la cantidad adecuada de calorías: Bien sabemos que sí comemos calorías en exceso vamos a subir de peso pero lo mismo ocurre si limitamos excesivamente nuestro consumo; quizás esto no suene lógico, pero sí nuestro cuerpo no recibe la cantidad adecuada de calorías entra en un estado de sobrevivencia –o hibernación- porque obviamente detecta que no está obteniendo la energía suficiente para vivir y el gasto metabólico disminuye drásticamente porque detecta que no hay nada que quemar, entonces digamos que se apaga temporalmente, por lo que en lugar de quemar calorías, las acumula.
*Hacer varias al día: El simple hecho de comer pone a trabajar al metabolismo, ya que se necesita energía para digerir y absorber los alimentos, por lo que es más eficaz dividir nuestros alimentos en 5 comidas más pequeñas o 3 completas y 2 colaciones que únicamente 3 comidas grandes, de esta manera mantenemos nuestro gasto metabólico más activo.
*Desayunar: Aunque suene a regaño de mamá “el desayuno es la comida más importante del día” ya que después de muchas horas de ayuno durante el sueño nuestro organismo necesita reponer la energía perdida y volver a tomar fuerza para el día, además en las horas de sueño se podría decir que el metabolismo se “apaga” y no se vuelve a “prender” hasta que no le damos alimento para convertir en energía.
*Dormir: Se ha comprobado que la falta de sueño causa más hambre y afecta el metabolismo y, por esto mismo hoy en día se ha relacionado enormemente a la obesidad con la falta de sueño. La falta de sueño produce una sustancia llamada cortisol, hormona que regula el apetito por lo que sí no dormimos lo suficiente es probable que tengamos más hambre.
*Beber agua: Algunos estudios han demostrado que beber agua podría ayudar el ritmo en que quemamos calorías, ya que además a mucha gente la ayuda a sentirse satisfecha, ayuda a saciar ansiedades y limpia el organismo.
*Evitar el alcohol: Mucha gente acostumbra comer o cenar con una copa de vino u otro alcohol, pero no es la mejor opción ya que se ha comprobado que la gente que consume alcohol con sus comidas tienden a comer más calorías de lo habitual y además nuestro cuerpo generalmente quema primero el alcohol, lo que se traduce en que las calorías de los alimentos seguramente se nos acumularan como reserva porque en ese momento ya no alcanza a quemarlas.
*Consumir leche o lácteos: Por el contenido de calcio y algunos otros nutrimentos de la leche y derivados como el yogurt, ayudan a acelerar el metabolismo, por lo que es recomendable consumir de 1 a 2 raciones de leche descremada al día, además con pocas calorías nos nutren y satisfacen.
*Levantar pesas: El músculo es indispensable para el metabolismo, mientras más músculo tenga una persona mejor funciona su metabolismo, es decir que el músculo es “metabolicamente activo” porque quema calorías. Esto no quiere decir que necesitamos volvernos unos fisicoculturistas pero la realidad es que una persona que no tiene nada de músculo es probable que tienda más a ganar peso y sea más difícil que lo baje, por lo que con un poco más de músculo que formemos nuestro metabolismo trabajará mejor.
*Cambiar nuestra rutina: Nuestro cuerpo tiene la enorme habilidad de acostumbrarse a la rutina, por lo que si llevamos años haciendo caminadora o bicicleta al mismo ritmo y por el mismo tiempo es probable que nuestro cuerpo ya se acostumbro y lo tome como una actividad rutinaria, pero con el hecho de cambiar la intensidad o el tipo de ejercicio podríamos poner de nuevo en marcha al metabolismo.

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