julio 30, 2006

LO IMPORTANTE A SABER SOBRE LA DIABETES GESTACIONAL

Hoy en día resulta muy común que a una mujer embarazada le hagan un análisis de sangre entre la semana 24 y 28 del embarazo, llamado tamiz, en el cual se estudia el nivel de azúcar que presenta, esto con el fin de poder detectar si ha desarrollado diabetes mellitus gestacional (DMG), una enfermedad que únicamente se presenta en el embarazo asociada con una intolerancia a los carbohidratos y puede surgir sin antes haber presentado diabetes. Esta enfermedad afecta en promedio a 4% de las mujeres embarazadas y si no se detecta a tiempo puede causar fuertes daños en la mamá y el bebé.
No se conoce con exactitud la causa de la DMG, sin embrago se tienen algunas teorías de lo que podría ocasionarla. Durante el embrazo, la placenta sirve de soporte para el bebé y ésta contiene hormonas que ayudan a que el bebé se desarrolle; sin embrago, estas hormonas también intervienen bloqueando la función de la insulina de la mamá, provocando una resistencia a la insulina y haciendo que esta hormona no se pueda utilizar correctamente. La DMG comienza cuando el cuerpo de la mamá ya no puede producir ni usar toda la insulina que necesita en este periodo y al ser la insulina la responsable de que la glucosa entre a las células, la glucosa se queda circulando en la sangre sin poder ser utilizada provocando que se eleven los niveles de esta y causando hiperglicemia.
La manera en que se diagnostica la diabetes gestacional es sí al tomar la prueba de tamiz, el resultado es mayor a 135 mg/dl; en caso positivo se hace una nueva prueba llamada curva de tolerancia a la glucosa (CTOG) donde se da una carga de glucosa y se toman 4 muestras de sangre diferidas en 4 horas y si 2 de estas resultan alteradas, se tiene el diagnóstico de DMG. Sin embrago, existen mujeres que tienen mayor riesgo de presentarla, como: presentar sobrepeso, ser mayor de 35 años de edad, antecedentes personales (en previos embarazos) de DMG, muestra de orina positiva en glucosa, padres o hermanos con Diabetes Mellitus tipo 2.
La DMG generalmente ataca a la mamá al final del embarazo, cuando el bebé ya termino de desarrollarse, por lo que no causa daños de nacimiento. Sin embargo, una DMG mal controlada puede afectar severamente al bebé, ya que el exceso de glucosa que tiene la mamá si puede pasar a través de la placenta –a diferencia de la insulina que no atraviesa– ocasionando que el bebé reciba una carga excesiva de glucosa y que él mismo desarrolle niveles elevados de esta. Así, el mismo bebé necesita que su páncreas fabrique más insulina para poderse deshacer del exceso de glucosa. Además, el bebé esta recibiendo más energía de la que necesita para crecer y desarrollarse y este exceso se le acumula como grasa. Esto puede provocar que el bebé nazca con peso muy alto, conocido como macrosomia (más de 4 Kg) lo cual puede causarle daño en sus hombros por el exceso de peso y que al nacer tenga niveles muy bajos de glucosa, por la cantidad excesiva de insulina que fabrico su páncreas. Este exceso de insulina al nacer puede provocar que de niño sea obeso y de adulto desarrolle Diabetes Mellitus.
En la madre, el principal riesgo es que en un futuro desarrolle Diabetes Mellitus tipo 2, aunque en la mayoría de los casos, al termino del embarazo la enfermedad desaparece. Por esta manera es importante estarse chocando constantemente para detectarla en caso de que aparezca. Además, existe la posibilidad (aunque no muy alta) de volver a presentar DMG en un próximo embarazo
Para prevenir cualquier riesgo causado por la DMG, es necesario actuar a tiempo y lograr una detección temprana de esta enfermedad. El principal objetivo para el tratamiento es mantener los niveles de glucosa cercanos a los de una mujer embarazada sin diabetes.
El principal tratamiento incluye una guía alimentaria individualizada, con horarios de comida bien establecidos ya que eso ayuda a tener un mejor control del azúcar, así como el realizar de forma rutinaria alguna actividad física. Además, en la mayoría de los casos se recomienda realizarse automonitoreos de glucosa (con un aparato llamado glucómetro que es de uso casero) para poder evaluar como se comporta la glucosa. Es necesario que esta enfermedad sea tratada por un médico especialista, en muchos casos por un endocrinólogo, además del ginecólogo y por una nutrióloga.

No hay comentarios.: