julio 08, 2006

UN PASEO POR LA NUTRICIÓN

El mes pasado celebramos 2 años de la columna “Mitos y Realidades de la Nutrición”, 2 años desde que se publico el primer articulo que quizás algunos recordaran, “¿El agua que tiene más calorías que un tamal?”, el cual marco el principio de la publicación semanal de cerca de 100 artículos relacionados con la nutrición, la alimentación, la salud, alimentos y productos, y como el mismo nombre, sobre mitos y realidades de la nutrición. Con motivo de este aniversario, decidí dedicar este artículo a la historia e importancia de la nutrición.
Hoy podemos entender a la nutrición gracias a cientos de años de estudios científicos. Mucho del interés sobre la alimentación y la salud data desde antes de los griegos; incluso en el año 400 A.C. el “padre de la medicina”, Hipócrates, comentó a sus estudiantes “Dejar que la comida sea su medicina y que su medicina sea la comida”. También hay datos bíblicos donde usaban cierta comida para curar enfermedades, como se describe un caso de padecimiento de ojos que pudo haber sido una deficiencia de vitamina A. Pero fue hasta el siglo 18 cuando empezaron a descubrir los misterios de la nutrición, relacionando la alimentación con enfermedades, como el caso del hallazgo del escorbuto por deficiencia de vitamina C en los marineros que zarpaban por meses alimentándose únicamente de carnes sin frutas ni verduras. A partir de ese momento los científicos se han dedicado a descifrar enigmas sobre los alimentos, los nutrimentos y los papeles en la salud.
La palabra nutrición la llevamos escuchando toda la vida y en corto, se explica como la manera en que la comida alimenta –o nutre- al cuerpo; de forma más elegante se entiende como el proceso mediante el cual nuestro cuerpo aprovecha todo lo que comemos. El estar bien nutrido depende más bien de la calidad y cantidad de nutrimentos en específico y no de la cantidad de comida que consumimos. Por otro lado, alimentación se entiende como el acto mediante el cual se consiguen y consumen alimentos, y esto va a depender de los hábitos y costumbres de cada persona. La alimentación tiene tres funciones principales: biológica, ya que debe darnos todos los nutrimentos que el cuerpo necesita; psicológica, ya que el acto de comer nos da placer; y social, ya que un punto importante de la alimentación es convivir con otras personas.
A pesar de que nosotros ya vemos –y consumimos- los alimentos como algo natural y del diario, en el fondo son sustancias bastante complejas, donde la naturaleza ha jugado un papel importantísimo que todavía cuesta trabajo entender como es que existe tanta variedad de comida. Mientras que nuestra parte psicológica se enfoca más en disfrutar las cualidades sensitivas de la comida –apariencia, textura, olor y sabor- nuestra parte biológica se enfoca en los nutrimentos que nos aporta el comernos los alimentos.
Debido a que nuestro cuerpo no puede producir muchos de los nutrimentos que son indispensables para vivir, los necesitamos obtener de la comida. Durante la digestión, la comida se rompe en nutrimentos, que son absorbidos mediante nuestro sistema sanguíneo y llevados a todas las células del cuerpo para obtener la energía y nutrimentos necesarios y poder hacer las miles de funciones que el cuerpo desempeña.
Se entiende como nutrimento a toda sustancia que juega un papel metabólico, energético, estructural o regulador y que habitualmente esta presente en la dieta. Hablando de nutrimentos quizás les suene más común escuchar sobre hidratos de carbono, proteínas, lípidos, vitaminas y minerales; cada uno de estos tiene una función específica, pero trabajan en conjunto para beneficiar nuestra salud y en los alimentos es común encontrarlos a todos, aunque en menor o mayor porcentaje.
Hoy en día la nutrición esta apoyada por una enorme cantidad de evidencia científica fidedigna y más novedades continúan surgiendo, pero es un hecho que la nutrición nos envuelve desde el momento en que nacemos y es importante en cada etapa de la vida. Los bebés y niños bien nutridos tienden a tener un mejor desarrollo y crecimiento, ayudando también en la adolescencia para desarrollarse adecuadamente para la edad adulta y tener un mejor desempeño. Una buena nutrición ayuda a asegurar un embarazo saludable y fomentar la lactancia. El alimentarse sanamente y mantenerse activos ayuda a todas las personas a tener una mejor calidad de vida, poder desempeñarse mejor y disminuir sus riesgos de desarrollar alguna enfermedad. Debido a esto, tenemos siempre que mantener presente a la nutrición y darle la importancia que merece.

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