agosto 06, 2006

¿DÓNDE ESTÁN LOS ANTIOXIDANTES?

Recientemente recibí un correo electrónico de un lector preguntando sobre los antioxidantes ¿qué son? ¿dónde los encontramos? ¿en qué cantidad se necesitan?¿es necesario tomar un suplemento?...así que en este artículo trataré de englobar todo acerca de los antioxidantes.
El interés por los antioxidantes surge a raíz del descubrimiento del daño que causan los radicales libres en nuestro organismo. Los radicales libres han estado presentes toda la vida ya que biológicamente las células de nuestro cuerpo necesitan oxígeno para producir energía y en el momento que las células queman o utilizan el oxígeno desprenden los radicales libres. Estas sustancias pueden dañar las células y tejidos, así como el ADN que es el encargado de que se reproduzcan las células. Factores ambientales como la contaminación, el humo del cigarro, el alcohol, las quemaduras y la luz UV también producen radicales libres.
Dicho en palabras sencillas, los radicales libres causan oxidación, como cuando se deja al exterior una manzana o una pera que se empiezan a poner negras y para prevenir esto, se les puede agregar limón. Lo mismo ocurre en el cuerpo, los radicales libres producen oxidación y sumado con el proceso de envejecimiento, las células se empiezan a dañar causando riesgos en la salud como cáncer, artritis, enfermedades cardiovasculares, cataratas, entre otras.
El principal papel de los antioxidantes es neutralizar los radicales libres y se ha encontrado que en los alimentos existen más de 4000 compuestos que actúan como antioxidantes. Estos básicamente los encontramos en las vitaminas como la vitamina C, la vitamina E y el beta-caroteno (vitamina A) y algunos minerales como el selenio, zinc, cobre y manganeso. Los antioxidantes tienen la función de convertir a los radicales libres en sustancias no dañinas y eliminarlos antes de que puedan hacernos daño; incluso cuando ya hay algún daño, los antioxidantes pueden revertirlo. Vuelvan a imaginar el ejemplo de la manzana, que si le agregamos limón (es decir vitamina C) se previene el efecto de oxidación.
Cada antioxidante tiene su papel designado. Por ejemplo, al ser la vitamina C una vitamina soluble en agua (hidrosoluble) se encarga de remover los radicales libres de los líquidos que están dentro y fuera de las células del cuerpo. Tanto la vitamina E como el beta-caroteno, por ser vitaminas solubles en aceite (liposolubles) eliminan los radicales libres de tejidos que tienen grasa. De esta manera los antioxidantes trabajan en equipo, por lo que la deficiencia de uno puede hacer que el trabajo no quede bien hecho.
Mucha gente piensa que para obtener la cantidad adecuada de antioxidantes es necesario tomar suplementos, pero la realidad es que sí llevamos una dieta completa y balanceada donde incluimos al menos 5 porciones de frutas y verduras (ricas en vitamina C y beta caroteno), granos y cereales enteros y algunas nueces o almendras (ricos en vitamina E) estamos más que cubiertos de antioxidantes. Sin embargo continua la controversia sobre si es necesario obtener más antioxidantes a través de suplementos alimenticios, pero la realidad es que hasta la fecha los científicos no han logrado saber con exactitud en qué cantidad son necesarios ni cuantos años se deben tomar para que hagan efecto; así mismo se desconoce si pudieran tener algún efecto secundario por tomarse a largo plazo. Además no se ha visto con exactitud si la vitamina C, E y beta caroteno puedan prevenir al 100% el cáncer, lo que sí se sabe es que podría ayudar y no está de más incluir en la dieta frutas y verduras, ya que daño no hacen y podríamos estar beneficiándonos.
Las mejores fuentes de antioxidantes en los alimentos son:
De vitamina C: cítricos, pimiento morrón, brócoli, verduras de hoja verde, fresas, col morada y papas.
De vitamina E: semillas, oleaginosas (nueces, almendras, cacahuates), granos enteros, verduras de hoja verde, aceites vegetales y aceite de pescado.
De beta-caroteno: Zanahorias, calabaza, brócoli, camote, jitomate, acelgas, melón, duraznos, chabacanos, entre otras.
De selenio: pescado, mariscos, carne roja, granos enteros, huevo, pollo y ajo, así como algunas verduras.
Así que ya no hay pretexto, a comerse las frutas y verduras para prevenir que los radicales libres nos ataquen!

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